Este sábado 21 de mayo, el Centro Social La Molinera colocará 19 mesas en distintos puntos de la ciudad para que los ciudadanos puedan dar su opinión acerca del centro social.
La Molinera nació por la actividad de “un grupo de gente joven” que detectó la necesidad en Valladolid de generar “espacios de ocio y formación alternativos, de encuentro y de aprendizaje”, explica Darío, miembro del Centro Social La Molinera.
Este centro social fijó su punto de encuentro en la Avenida de Salamanca donde años atrás hubo un hotel de cinco estrellas, previamente también fue una fábrica harinera, que sufrió “un proceso especulativo brutal” y por ello, este inmueble se convirtió desde junio de 2018 en la sede del centro social puesto que “era el lugar idóneo por lo que representaba y definía muy bien la economía especulativa y poco ética”, asegura Darío.
Desde La Molinera manifiestan que el centro “funciona con una asamblea que gestiona las actividades, algunas surgen desde la propia asamblea y otras de otros colectivos”. Darío afirma que en los cuatro años que tiene la Molinera han hecho “más de 200 actividades culturales, políticas, sociales, asambleas de colectivos, charlas, talleres deportivos, talleres de asesorías laborales…”.
El centro social destaca que lo que les importa es “tener el respaldo y el apoyo de la sociedad vallisoletana” y abogan por “generar conciencia” y ofrecer un espacio para que “las personas puedan pasarse a disfrutar de las actividades” que se organicen en el edificio, expone Darío.
La Molinera también aclara que la diferencia entre ellos y un centro cívico radica en que “la gente no viene aquí en calidad de consumidor sino que es un espacio donde puedes organizar tus propias actividades, que son gratuitas”, explica Darío, que además matiza que el centro es “auto gestionado”.
En relación a los problemas que les conciernan estos meses, La Molinera manifiesta que “existen unos fondos buitre que están impulsando y exigiendo que se produzca un desalojo de este inmueble, que es un bien arquitectónico muy singular dado que es uno de los pocos restos arquitectónicos vinculados la potente industria alimentaria de la ciudad de Valladolid”. Darío, en nombre del centro social, valora que lo que se pretende evitar es que “este edificio vuelva a ser un activo inmobiliario” en manos los denominados “fondos buitre”.
Estas acciones se encuentran actualmente “judicializadas” y confían en defender La Molinera desde la vía “legal, social e ideológica”. Por esta razón, el centro reivindica que “no puede tener derechos quien más dinero tiene”. Además, también señala que “estos fondos de inversión encarecen los alquileres”.
Por todo ello, el próximo sábado 21 de mayo salen a la calle “a plantear a los vecinos, como un ejercicio democrático, qué opinan sobre este espacio”. La campaña de información comenzó con varios carteles colocados por todo Valladolid con el dibujo de una llave, acompañada del hashtag #Valladolidtienelallave con el fin de “interpelar a Valladolid y a la ciudadanía porque entendemos que los fondos buitre se lo está quedando todo y alguien se tiene que plantar”.
Darío comenta que la idea es “colocar un buen número de mesas por los barrios de Valladolid para que la gente pueda manifestarse sobre este tema y también nos conozcan puesto que se habla mucho de ocupación y queremos demostrar que somos gente normal, trabajadores o estudiantes jóvenes”, asevera Darío. “Esto no es para beneficiarnos ni lucrarnos”, finaliza.