La presidenta del COPCYL, Consuelo Cuenca, explica por qué es necesaria la nueva reforma de la ley del aborto.
El Ministerio de Igualdad aprueba una reforma de la ley del aborto. El principal cambio de esta reforma es la posibilidad de abortar desde los 16 y 17 años sin el permiso de los padres, a diferencia de la novedad que añadió el gobierno de Mariano Rajoy en 2015, donde las menores embarazadas necesitaban el consentimiento paterno para poder abortar. A esta principal variante, se le unen otras más, como por ejemplo: una baja de tres a cinco días por interrupciones voluntarias y menstruaciones dolorosas, el permiso retribuido hasta dar a luz a partir de la semana 36 de gestación con el fin de proteger la salud materna, considerar los vientres de alquiler como violencia de género, eliminar el IVA en los productos de higiene femenina o considerar la objeción de conciencia como un derecho individual de cada profesional sanitario manifestándose con antelación y por escrito.
Respecto a si esta nueva reforma de la ley del aborto es más justa que la anterior, la vocal presidenta del COPCYL por Segovia, Consuelo Cuenca declara “no se trata de justicia, sino de sentido común”. Además Cuenca afirma que “los efectos emocionales de la interrupción, dependen del rango de edad y de la actitud que tiene la persona y sobre todo, que no existan anomalías, que no haya un grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada. Todo esto viene fundamentado en esta ley”. “Lo que entra a debate es el permiso paterno para llevarlo a cabo, entonces yo creo que habría que preguntarles a ellas sobre su deseo de interrumpir o no el embarazo, sin privar a los padres de participar en ese proceso tan complejo que requiere un apoyo afectivo. Lo que trata la ley es de facilitar que la chica tome una decisión lo más asesorada posible para evitar esos desajustes”, explica la vocal presidenta del COPCYL.
En relación a si las mujeres menores de 17 y 16 años están preparadas para tomar una decisión tan importante sobre su cuerpo, Cuenca defiende que “una chica preadolescente no está preparada cognitiva ni emocionalmente para ser madre, si son más mayores, tienen que estar asesoradas. Si se les obliga a traer al hijo al mundo, puede generar un conflicto o confusión porque es una decisión trascendente, ya que sin tener la madurez necesaria, puede acarrear problemas psicológicos: ansiedad, depresión, desajustes personales o sociales… ”. ”La cuestión es que abortar o continuar el embarazo, para mí sería necesario y oportuno, el asesoramiento profesional de sanitarios y que tuviera ese apoyo real de padres y personas significativas de su entorno y muchas veces el apoyo psicológico pre y post del proceso porque la madurez no es la de un adulto”, concluye Cuenca.
Esta nueva reforma de la ley del aborto, desde el punto de vista de Consuelo Cuenca, “trata de dar respuesta a esas necesidades de las mujeres y reconocer que se trata de un problema de salud que hasta ahora se venía ignorando. También es una manera de blindar el aborto libre, manteniendo esas medidas de salud menstrual y reproductiva, sobre todo perseguir las malas prácticas o el no a la gestación subrogada”. En definitiva, “es un reconocimiento de los derechos de las mujeres con el objetivo de visibilizar la salud reproductiva y las necesidades que a veces no están del todo contempladas, de la mujer española”, termina Cuenca.
Al ser preguntada por los aspectos que añadiría y eliminaría de esta reforma de la ley del aborto, la vocal presidenta del COPCYL por Segovia insiste en la importancia de las emociones, ya que “muchas veces hay una demanda por distintos motivos de la interrupción voluntaria del embarazo sobre todo en mujeres más emocionalmente estables, otras más inestables, jóvenes con independencia social o económica… en todas ellas se producen una serie de efectos emocionales de diferente medida”. Cuenca considera que “la clave como herramienta preventiva debe ser la educación en sexualidad. Aunque la ley recoge esa toma de decisión, hay que consensuarla para evitar esos posibles riesgos”.
El sistema para la objeción de conciencia se entiende como el derecho a oponer excepciones al cumplimiento de deberes jurídicos cuando su cumplimiento implique una contravención de las convicciones personales. Cuenca manifiesta que “es un derecho constitucional y tiene que garantizarse”. Además garantiza que “no puede ser una barrera o un impedimento para hacer el ejercicio de los derechos de la mujer, sobre todo en salud sexual y reproductiva”. “Los defensores de la interrupción voluntaria del embarazo mantienen que es imprescindible que todos esos centros con servicio de ginecología y obstetricia, cuenten con esos profesionales para garantizar esa interrupción”, añade la vocal presidenta del COPCYL por Segovia.
La diputada de VOX, Lourdes Méndez declaró que esta nueva reforma de la ley del aborto es “inconstitucional”. Respecto este hecho, la vocal presidenta del COPCYL por Segovia señala que “no soy jurista no lo puedo aclarar”, pero sostiene “que no se trata de luchar unos contra otros, se trata de preguntar a la menor en el caso de interrupción del embarazo, y de no privar la participación de los padres”. Por último, “en los casos de desigualdad, fomentar un poco esos derechos que tenemos para garantizar los derechos humanos de las mujeres y de las niñas que son parte inalienable de los derechos humanos universales”, finaliza Cuenca.
Desde su punto de vista profesional, Cuenca cree que la mujer va a responder a esta ley “como lo viene haciendo”. La vocal presidenta del COPCYL por Segovia piensa que “habrá gente que se sienta más cómoda en ello”. “Las mujeres están intentando educar en sexualidad para potenciar ese libre desarrollo de la sexuación de las personas. La educación facilita esa ética que está asociada a la responsabilidad, a la reciprocidad y la diversidad, y ello favorece el desarrollo intelectual y el pensamiento crítico del individuo”, remata Cuenca.