La Sociedad Autobuses Urbanos de Valladolid, S.A. sumó el pasado 11 de junio 40 años en su casillero particular. La empresa, encargada del transporte público en la capital desde 1982, ha ido progresando poco a poco. De hecho, la evolución ha continuado con el cambio de su imagen corporativa y con los constantes movimientos de los vehículos en su flota, ya que quedaron atrás los 67 que tenía en las antiguas instalaciones del Camino Viejo de Simancas.
Esa cantidad siguió aumentando hasta los 87 un año después, en 1983. Este hecho provocó la expansión de la propia marca con el objetivo de responder a las necesidades de los ciudadanos y dejando en el olvido, además, la época de la red de tranvías. El paso adelante se manifestaba en la ciudad con el nuevo modelo urbanístico. Con el paso de los años, los avances y la demanda de los servicios propiciaron la llegada del autobús nocturno (Búho – 1995) y la red de líneas con destino tanto al Polígono de Argales como al Polígono San Cristóbal (1997).
NUEVO SIGLO, NUEVAS IDEAS
Las líneas 1, 2, 8, F, R y algún búho, en la actualidad, son autobuses de tipo articulado. Esta medida se implantó en 2004 y 18 años después, 33 son los que circulan por la ciudad distribuidos por diferentes barrios. Dentro de esta línea cronológica, la era híbrida estaba a punto de entrar en escena. Sin embargo y previo a su llegada, se crearon las líneas Matinales. Este hecho es un aspecto a destacar en la historia de la empresa, ya que era la primera vez que había autobuses en la ciudad que salían antes de sus puntos de partida y antes del horario establecido.
Con todo y con ello, AUVASA no paró de crecer. En octubre de 2010, se desarrolló un nuevo sistema con el objetivo de que, en las propias marquesinas, los vallisoletanos conocieran los minutos que quedaban para que llegase el autobús a la parada. Dicho método se añade al que se lleva a cabo a través de Internet (página web o aplicación móvil), que sigue vigente.
PRIMEROS VEHÍCULOS HIBRÍDOS, GNC…
Los avances en la sociedad obligaron, de alguna forma, a adquirir un autobús híbrido en 2011. Este tipo de vehículos, años después, dieron paso a los eléctricos que se cargan con pantógrafo como ocurre en la línea 7. Como anécdota, cabe reseñar que, a partir de este momento, se inició un cambio progresivo de los colores de la flota, pasando del azul y blanco al verde y blanco.
No obstante, la finalidad de reducir la contaminación seguía intacta y se reflejó en la construcción en 2019 de una estación de repostaje de gas natural comprimido. Tres años después, la película continúa con el mismo guion, aunque el argumento se haya visto modificado, ya que, en las próximas fechas, este tipo de vehículos protagonizará varias líneas de autobuses siendo las circulares C1 y C2, las principales piedras angulares del proyecto por su correcto funcionamiento.
Por último, hay que resaltar que la empresa ha cambiado su imagen corporativa, una “idea que ya tenían en mente”, pero se puso en marcha aprovechando la celebración de su 40 aniversario. El pasado 29 de abril se presentó este nuevo diseño englobando a las nuevas marcas MOVASA (aparcamientos y ascensores) y BIKI (sistema de alquiler de bicicletas). Se trata de un nuevo viaje para la empresa, esta vez compartido, sin olvidar el camino recorrido y la historia que hay detrás de la movilidad sostenible.
LOS PROTAGONISTAS, EN TRIBUNA
El presidente de AUVASA, Luis Vélez y el gerente de la empresa, Álvaro Fernández, han pasado por este periódico para repasar los hitos que están marcados en rojo en la historia del transporte urbano en Valladolid. Uno de ellos, ha preferido quedarse con el presente. “Me quedo con el momento que está viviendo ahora mismo la empresa. Ha habido un trabajo previo detrás que ha supuesto una auténtica revolución para la ciudad. Estamos en un momento clave, un antes y un después tras los 40 años de vida”, reconoce Vélez.
Por su parte, Fernández ha puesto en valor la propia historia de la empresa para seleccionar un aspecto destacado: “¿Un hito? Auvasa fue pionera en varias cosas. Hay que recordar que fue de las primeras empresas en implantar un Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE) y también fue la única en utilizar vehículos con sistemas alternativos como era el GLP. Esos son los dos momentos con los que me quedaría”.