El director de ECOVA, Juan Carlos de Margarida, ha urgido este martes la puesta en marcha de un plan de acción conjunto del Banco Central Europeo (BCE) y de los gobiernos de la Unión Europea para frenar la actual subida de precios y para evitar una "certera" estanflación que prevé tanto en el país como en la comunidad autónoma de Castilla y León tras el verano.
Para ello, el director de ECOVA ha urgido un pacto de rentas en el país que no traslade la inflación a los trabajadores y a las empresas y que ve "muy necesario", y ha abogado por una moderación salarial y por no ajustar las pensiones y los salarios de los funcionarios al cien por cien de una inflación que está "desbocada" y que podría cerrar el año en un 7,6 por ciento, con el especial incidencia en el caso de la subyacente, que ronda el 5 por ciento.
A esto ha añadido la necesidad de reducir seriamente el gasto público sin fijarse sólo en los ingresos y de aprobar reformas estructurales "de calado" en asuntos como las pensiones que, según ha lamentado, no tienen visos de salir adelante, junto a la puesta en marcha de una política monetaria y fiscal "restrictiva" que pasaría, a su juicio, por aumentar el IVA al consumo y por rebajas fiscales en el IRPF que eviten, no obstante, una bajada generalizada de impuestos desde el convencimiento de que hay que ayudar a los colectivos más vulnerables o a las empresas con alta dependencia energética.
"Todos los actores tienen que ser coherentes y responsables", ha reclamado De Margarida que ha pedido "mucha generosidad" por parte de los actores que intervienen en la gestión de los recursos públicos y privados para asegurar un futuro estable y sin sobresaltos a corto y medio plazo ante una situación de "emergencia económica" que, según ha advertido también, se está trasladando a una emergencia social hacia los más vulnerables.
En el caso concreto de Castilla y León, el director de ECOVA ha augurado que la recuperación económica a niveles prepandemia se producirá a finales de 2024 o en el primer trimestre de 2025 como consecuencia de ese "aumento desaforado de la inflación", y ha apuntado a una rebaja del crecimiento económico que cerrará el año entre el 2,8 por ciento y el 2,2 por ciento, un 1,5 por ciento respecto a las últimas previsiones, mientras que la deuda pública se situará entre el 21 y el 23 por ciento.
Por su parte y según ha detallado Juan Carlos de Margarida en rueda de prensa, el crecimiento económico de Castilla y León en 2023 rondará entre el 1,8 y el 2,0 por ciento.
De Margarida ha advertido asimismo de las consecuencias de la estanflación en términos de desempleo, que aumentará, e, incluso, empresarial con posibles cierres de empresas que no puedan hacer frente a un posible aumento salarial y de los costes energéticos. "Hay dudas razonables de hasta dónde van a llegar los tipos de interés", ha explicado también el presidente de ECOVA que ha recordado no obstante que no hay subidas de tipos desde hace once años.
"La inflación es ya estructural, y sin un horizonte claro de disminución hasta que no cambie el modelo de producción y reactivación de la economía, por lo que tendrá un impacto negativo en la recuperación de la economía regional", ha sentenciado De Margarida que ha rechazado justificar las acciones de gestión de los recursos públicos en base a
que el déficit público disminuye, "ya que es debido al incremento de los
ingresos vía impuestos a causa del alto valor inflacionario de los productos y servicios que hace disminuir los ahorros y el poder adquisitivo de los ciudadanos, verdadero motor de la economía".
Finalmente, ha pedido información sobre los planes ejecutados con los fondos del NG para conocer si han llegado a la realidad ya que en estos momentos hay "desinformación".