El Barcelona desaparece en los cinco minutos finales y aviva la Liga
Después de su ventaja de 0-2 se dejó empatar ante el Celta que aprovechó su superioridad numérica
Fin de semana triste y gris para el automovilismo español. Sainz fuera y Alonso décimo, cuando segundo y sexto es lo mínimo que merecían, y con aspiraciones ambos incluso a algo más.
Ya saben, arriba Verstappen, Leclerc y Sainz en ese orden. Rapidamente se vio que los Ferrari tenían un ritmo superior al resto, incluído el holandes lider del mundial. Perez y Rusell se tocaron fuertemente en la salida, lo que propició la retirada del mexicano, una semana más damnificado. Una pena, no tiene suerte Checo.
Doce vueltas tardó Leclerc en dar buena cuena de Max. Mientras los Haas empezaban su particular espectáculo en su lucha contra el Mercedes de Hamilton, pelea en la que hubiera participado Alonso si tuviera un equipo a su lado, porque con amigos como esos no le hacen falta enemigos. Al francés Ocon no le pasa nunca, que casualidad. Llamenme susceptible, soy de ciencias.
Teníamos pues dos carreras, como siempre, Ferrari contra Verstappen y la bonita carnicería de la zona media. Más de lo mismo tras la primera parada, con mención especial para el gran papel de los Haas en el top 10.
El Red Bull definitivamente no tenía ritmo y todo apuntaba a un doblete de los de Maranello, con posible lucha final entre ellos por la victoria. Pero el azar tenía otros planes, y el coche de Sainz se paraba, como fulminado por un rayo y estallaba en llamas. Era la vuelta 57. Tras salir del coche un tanto dramáticamente por la lentitud de los comisarios, Carlos quedaba desolado mirando el circuíto con la mirada perdida. Ayer no perdió un segundo puesto, quizás un primero, no, ayer perdió sus opciones reales de darle el sorpasso a Leclerc, que a partir de ahora se confirmará como la referencia de Ferrari, cuyo equipo, por cierto, parecía celebrar con alegría haberse librado de la pugna interna por el liderazgo...
Pero como la vida no para, la desgracia de Carlos era la oportunidad de Fernando, que rodaba en la séptima posición con neumáticos duros muy desgastados. El safety por Carlos propicia el momento del asturiano. Pero ahí está su escudería, Alpine -que solo le falla al asturiano-, para evitarlo. Cagada increible y peligrosa. Doble parada de Alonso porque no le apretaron bien las tuercas en el cambio de neumáticos. No pasa ni en la Fórmula 3. Sería increíble?si no lloviera sobre mojado. Enfín. Así, Fernando pasó de 9º con neumáticos nuevos y tiempo para llegar cerca del podio y llevarse un buen puñado de puntos, a 14º con apenas tiempo para cosechar un punto, y encima con sus amigos de la FIA buscándole las cosquillas.
Sin Sainz, Leclerc ganó fácil, a pesar de un problema en el acelerador que se le atascaba. Quien sabe lo que hubiera pasado con Carlos en pista. Verstappen entró segundo, y Hamilton, renegando como siempre por su coche, tercero. Rusell y D?Ocón completaron el top 5.
Decepción final para los españoles, que han quedado fuera de los puestos de privilegio a pesar de haber corrido esplendidamente y de sus evidentes mejoras de rendimiento y nivel competitivo. Una pena.