El Caja Rural Aula Valladolid mostró todo el trabajo de la pretemporada en un gran partido ante el Atlético Guardés (36-31). Miguel Ángel Peñas empieza a encajar las piezas y su equipo rayó a un nivel increíble durante algunos minutos. El equipo de Miguel Ángel Peñas encontró sus mejores momentos en el juego coral, en el que todas las jugadoras aportaban en ataque y en defensa. Elba Álvarez, Jimena Laguna lideraron a la vieja guardia, mientras que Fiorella Corimberto y Lydia Blanco pusieron los goles de las recién llegadas. Aunque lo más destacable fue la defensa, que permitió que las blanquiazules pudieran correr. Y disfrutar.
Empezó el partido con las dudas normales de estas alturas de pretemporada. Ambos equipos han incorporado nuevas jugadores y los entrenadores aún trabajan en conseguir que todas las piezas encajen. Durante estos primeros instantes, los ataques mostraron muchas dudas, atascados en la circulación del balón. Las defensas, sin embargo, exhibieron músculo, ta vez impulsadas por el hincapié que los técnicos hacen en este tiempo de preparación. Con los dos equipos en la búsqueda de su propia identidad, los primeros 10 minutos se saldaron con un 5-3 en el marcador.
Esa intensidad defensiva se saldó con la exclusión de O'Mullony, que sirvió de impulso para que las blanquiazules abrieran un pequeño hueco en el marcador (6-4, min. 14). Un cambio hecho demasiado rápido en la inferioridad provocó la exclusión de Carmen Sanz, lo que obligó al Caja Rural Aula Valladolid a jugar algo más de medio minuto con una doble inferioridad. Pero, lejos de desconcertarse, las blanquizales mantuvieron el ritmo para seguir dos arriba cuando terminó la inferioridad.
La mejor noticia de esta primera mitad fue la defensa vallisoletana, que permitió que el equipo de Peñas pudiera correr y abrir una pequeña brecha en el marcador (9-6, min. 15). Solo la buena actuación de Carratú impidió que las blanquiazules aprovecharan mejor su primera oleada. En la otra portería, Carmen Sanz confirmaba el gran momento que ya demostró el año pasado.
Mientras, las exclusiones se sucedían en uno y otro equipo. Patricia Lima en el Atlético Guardés y Amaia G. De Garibay en el Caja Rural Aula Valladolid, dejaron consecuti-vamente con uno menos a sus equipos.
Con el paso de los minutos llegaron también las rotaciones en uno y en otro equipo, con ambos técnicos tratando de dar minutos a todas sus jugadoras. Las blanquiazules se mostraron más veloces en este segunda parte de la primera mitad, pero perdieron más balones y tuvieron menos solidez defensiva. Todo esto permitió que el Atlético Guardés mejorara y con un parcial de 0-4 se pusiera por delante en el marcador por primera vez en el partido (16-17). Y también les permitió volver a dar la vuelta al marcador en menos de un minuto para llegar en ventaja a la segunda mitad (20-18).
La segunda parte empezó con cambio en las dos porterías y con Elba Álvarez implacable desde los siete metros para poner por primera vez al Caja Rural Aula Valladolid cuatro arriba en el marcador (22-18). La exclusión de Sandra Santiago impulsó a las vallisoletanas hasta un 24-18 que obligó a Abel González a pedir tiempo muerto antes de que se cumpliera el minuto 35.
De poco sirvió. A lomos de una gran defensa y una inconmensurable Laura Garnacho, Amaia G. De Garibay se desató con cuatro goles consecutivos que colocaron el 28-19. Las blanquiazules parecían lanzadas, con una primera línea imparable, en la que Fiorella Corirmberto dejaba gotas del futuro que se le dibuja.
El Atlético Guardés reaccionó como el gran equipo que es redujo. Liderado por la movilidad de su primera línea, redujeron la diferencia con una marcha más en defensa. Pero las pérdidas y el gran juego ofensivo de las vallisoletanas impidieron que pudieran llegar a amenazar la victoria blanquiazul (36-31).
El Caja Rural Aula Valladolid jugará su próximo partido de pretemporada este martes 23 de agosto ante el Balonmano Porriño (Peñafiel, 19:00 horas).