Con el inicio del Campeonato Nacional de Liga de Fútbol Profesional y las sucesivas competiciones futbolísticas que se desarrollarán durante la temporada 2022-2023, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha pedido que se prohíba fumar en los estadios de fútbol españoles.
Tal y como recuerdan, la ley actual protege a la sociedad frente al humo del tabaco en espacios cerrados, pero la califican de "insuficiente" a la hora de proteger a la población en general y a los menores, en particular, frente al humo ambiental del tabaco en espacios abiertos.
Si bien el marco actual normativo se rige por el protocolo aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 1 de abril de este año, según el cual no se permite el consumo de tabaco y de productos relacionados durante el evento deportivo (tanto en espacios interiores como exteriores), no hay regulación prevista al respecto una vez pase la pandemia, quedando a la voluntad de los clubes deportivos la decisión de que se fume o no en sus instalaciones.
En España solo hay un caso de normativa legislativa autonómica, la del Parlamento Vasco, que aprobó la Ley de Adicciones, donde se prohíbe fumar en todos los espacios cerrados y semicerrados de uso público, con independencia de su titularidad pública o privada, como los estadios de fútbol o los frontones.
A nivel privado, clubes como el FC. Barcelona, el Málaga CF o el Deportivo de la Coruña prohibieron fumar hace años en sus estadios, y otros, como el Atlético de Madrid o el Valencia CF, han puesto en marcha recientemente iniciativas de zonas libres de humo en sus estadios y ciudades deportivas.
En el ámbito internacional, en los eventos de la FIFA y la UEFA, como la Copa Mundial de Fútbol o la Nations League, está prohibido fumar, siendo los países organizadores los que garanticen que esto se cumpla.
Así, ante la falta de un marco regulador antitabaco en campos y estadios de fútbol, la AECC pide una actualización de la actual 'ley antitabaco' para que todas las instalaciones deportivas, ya sean públicas o privadas, a nivel profesional y a nivel formativo, sean espacios libres de humo.
Al hilo, recuerdan que el tabaco causa más de 50.000 muertes al año en España y, entre los menores, multiplica el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en la edad adulta y se normaliza su consumo, promoviendo que los jóvenes comiencen a fumar a una edad temprana (la edad media de inicio en el consumo es de 14,1 años) y que sea la segunda sustancia tóxica más consumida entre 14 y 18 años.