Los integrantes del Centro Social Okupado (CSO) La Molinera se han concentrado frente a los Juzgados para explicar el recurso que han presentado contra la sentencia en la que el juez titular del Juzgado de Instrucción Número Uno, José María Crespo, condenó a dos miembros de la asociación por un delito leve de usurpación.
El juez impuso a los dos jóvenes una multa de 480 euros a cada uno y les concedía un máximo de cinco días para abandonar el edificio. Javier Lázaro y Natalia Gómez, miembros de La Molinera, defienden que no hay denuncia ni personación en el juicio oral de los propietarios, y, por tanto, "no puede haber una condena por usurpación sin el testimonio de los propietarios ni desalojo".
Los miembros del CSO denuncian el "tono hostil" del juicio el pasado 26 de julio y afirman que la sentencia "parecía estar escrita de antemano y firmada el mismo día de la vista".
Han calificado el edificio como "la joya de la corona de la especulación inmobiliaria en Valladolid", por las condiciones en que nació el hotel Marqués de la Ensenada y por cómo desapareció en enero de 2017.
Declaran que fue José María de Crespo el encargado de investigar el Caso PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), es decir, las modificaciones ilegales sobre este plan del anterior equipo de gobierno y por las cuales la Fábrica de Harinas La Perla se convirtió en el hotel de cinco estrellas.
Lázaro y Gómez destacan que estos delitos prescribieron y que 10 de los 14 imputados fueron absueltos. "¿Y quiénes eran los enjuiciados que se libraron? Pues grandes constructores y promotores urbanísticos de Valladolid. A buen entendedor, pocas palabras bastan", comentan.
Aseguran que La Molinera surgió como una crítica a los procesos especulativos y a la idea de que solamente aquellos con ciertos recursos tienen acceso a determinados derechos. "Quien tiene capital pretende quedarse con el patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad, solo para acumular más beneficios privados", afirman.
Los integrantes de la asociación comentan que el anterior fondo buitre que se hizo con la titularidad de la propiedad envió a intermediarios para ofrecerles dinero a cambio de que abandonaran el inmueble, "pero no es cuestión de dinero, sino de principios y dignidad".
Ahora, el grupo Zángano Inversiones ha adquirido la titularidad del edificio. "Decidieron involucrarse conociendo las circunstancias en las que se encontraba el inmueble", declaran. Critican que había muchos edificios vacíos en la ciudad y "decidieron tratar de apropiarse para sus fines particulares del único Centro Social de estas características en Valladolid".
El CSO La Molinera pretende continuar con sus actividades de manera ordinaria y además presentarán nuevas propuestas como 'La Panera', una despensa solidaria para ayudar a las familias más vulnerables. "En cada actividad que convoquemos vamos a animar a que los asistentes acudan con alimentos no perecederos y elementos de higiene", comenta Lázaro.
Tras la semana de fiestas presentarán en La Molinera este nuevo proyecto y convocarán tanto a familias que deseen participar o ser beneficiarias. "Intentaremos generar una red para que la distribución de esos alimentos sea lo más eficaz posible, y poner nuestro granito de arena cuando las cosas se ponen difíciles", ha afirmado Javier.
