El Real Madrid tiró de su conocida 'pegada' para sacar adelante este martes el estreno de la defensa de su título de la Liga de Campeones, solventado por un claro 0-3 ante el Celtic, un rival que puso en más complicaciones de las que refleja el marcador a un conjunto madridista que también una mala noticia en la preocupante lesión de Karim Benzema.
El conjunto escocés se llevó un castigo severo, quizá demasiado para lo que ofreció a sus aficionados. Fue ambicioso y valiente desde el pitido inicial y gozó de buenas ocasiones para haberse puesto por delante, pero el actual campeón aguantó y esperó su oportunidad para sumar sus tres primeros puntos.
Los goles de Vinicius y Luka Modric en apenas cuatro minutos del segundo tiempo le dieron el aire que necesitaba y Eden Hazard, elegido para relevar al capitán, sentenció un partido que terminó siendo más plácido y que le sirvió para aumentar su confianza en este positivo inicio de temporada.
El campeón no visitaba desde hace más de cuatro décadas Celtic Park y desde el pitido inicial comprobó cómo impulsa a los suyos, que salieron sin complejos y desbocados. Abade dio un aviso antes del primer minuto de que no esperaba una noche cómoda a los madridistas, incapaces de llevar el partido a su terreno y sin poder tampoco aprovechar los espacios que dejaba el ímpetu local.
El choque comenzó con mucho ritmo, pero era el Celtic el que más amenazaba a la tranquilidad de Courtois, con su zaga, sobre todo Militao, teniendo que multiplicarse para sujetar las acometidas verdiblancas. Dentro del asedio del equipo escocés, McGregor rozó el 1-0 con un tremendo disparo a la madera, y una internada de Hatate también creó inquietud.
El Real Madrid, en cambio, apenas había dado muestras de peligro salvo un disparo de Modric que tropezó en un defensa cuando iba hacia la portería de Joe Hart, pero, apeló a su experiencia, para ir poco a poco calmando las cosas, apoyado en Kroos y su temple. El encuentro se calmó y dentro de esa mayor pausa llegó una mala noticia para Carlo Ancelotti, que vio como Karim Benzema se marchaba a la media hora lesionado.
El italiano eligió dar una oportunidad a Eden Hazard, en busca seguramente de una mayor capacidad para tener el balón de cara a un tramo final donde su equipo gozó de dos buenas ocasiones para haberse ido por delante al descanso. La primera fue del belga, que no acertó a conectar un pase de Carvajal a escasos metros de la portería, y la segunda de Vinicius, que recibió un pase del propio Hazard para quedarse solo, pero no fue capaz de definir bien ante la buena salida de Hart.
EL REAL MADRID GOLPEA POR PARTIDA DOBLE
El paso por vestuarios dejó otra baja en las filas visitantes, con Militao, por molestias, siendo relevado por Rüdiger para unos segundos 45 minutos que empezaron más equilibrados, aunque el Celtic tuvo una gran oportunidad de nuevo. El recién entrado Maeda emuló a Hazard y tampoco supo rematar del mejor modo un potente centro de Juranovic.
El actual campeón seguía sin cogerle el pulso al choque, con Modric bien controlado, poco impacto de Vinicius y la falta clara de un jugador más de área, mientras que su rival seguía sin dar un paso atrás, cuando todo cambió en pocos minutos.
La ambición del campeón escocés la terminó por castigar el Real Madrid, que logró sacar un balón ante la presión local y encontrar la posibilidad de que Valverde corriese con espacio. El uruguayo, partícipe de inicio con un gran golpe de espuela a Hazard, levantó la cabeza y, como en París, encontró libre a Vinicius para que este definiese con calma el 0-1. Antes de que el Celtic, digiriese el golpe, otra contra, bien llevada por Hazard, la cerró Modric con el exterior para acercar la victoria.
El partido se le puso cuesta arriba a los locales, que siguieron intentándolo, pero que, con la esperada pérdida de fuelle, no achucharon tanto a los visitantes, ya más cómodos y apelando a su calidad técnica. Ange Postecoglou buscó recuperar intensidad con un triple cambio, pero el Real Madrid demostró que con el balón también sabe generar y Hazard reforzó su moral empujando esta vez a la red un pase de Carvajal para cerrar una gran jugada colectiva. El Celtic, fiel a su estilo, no bajó los brazos, pero sólo encontró como consuelo el cariño de la grada.