El Real Valladolid vuelve al estadio José Zorrilla para disputar un encuentro muy esperado por la familia blanquivioleta, por ser la vuelta de Sergio González a orillas del Pisuerga, ahora como entrenador del Cádiz.
La afición no guarda buen sabor de boca de la última temporada del preparador catalán en el Pucela por cómo acabó. Ahora tras una gran campaña con Pacheta y lograr su vuelta a Primera División, los caminos de equipo y técnico se reencuentran.
Tanto vallisoletanos como cadistas, llegan a este encuentro necesitados de puntos pero con diferentes sensaciones. Mientras que los de casa han demostrado ser capaces de desplegar un juego vistoso y atrevido, a pesar de la última derrota ante el Girona, los de la Tacita de Plata no han sido capaces de sumar ni un solo punto en este arranque temporada y ni hacer un gol.
Con el camino iniciado y tras regresar sin premio de tierras gerundenses, los de Pacheta quieren seguir evolucionando para construir la senda que les mantenga en Primera. Tanto el técnico como la plantilla aseguraron a lo largo de esta semana que se encuentran en el camino, aunque este es largo y deben continuar trabajando. Por ello, este viernes buscarán dar un paso importante con una nueva victoria que les permita, a su vez, fabricar un fortín y progresar en Zorrilla.
Los precedentes en Primera favorecen al Real Valladolid, aunque en las últimas citas se salió de la senda con tres empates y una derrota. Una historia en la que el conjunto blanquivioleta desea escribir un triunfo -el sexto- en el undécimo capítulo. Lo perseguirá ante un Cádiz que no ha marcado en las primeras cinco jornadas y que es el equipo de Primera que menos dispara a puerta. Por otro lado, con el conjunto amarillo regresan a Zorrilla el entrenador Sergio González y los también exblanquivioleta Alcaraz, Fede San Emeterio e Iván Alejo.
Sin embargo en el ambiente se respira una calma tensa por el 'efecto aspirina' que tiene este equipo ante rivales que llegan en mala dinámica. Pacheta es buen conocedor de esto tras vivirlo en sus propias carnes como técnico del Real Valladolid y como rival. El objetivo está claro, no caer en la trampa del Cádiz y sumar tres puntos muy valiosos.
