La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, admitió este viernes que los últimos sucesos ocurridos en Valladolid, con varias muertes violentas a lo largo del verano, han puesto "al descubierto lo peor de la condición humana", si bien destacó que estas cifras no evitan que sea una de las provincias más seguras de España, con 39 infracciones penales por cada mil habitantes, siete puntos inferior a la media nacional, frente al entorno de los 35 de la Comunidad.
Barcones incidió en estos datos durante el acto protocolario de la toma de posesión como nuevo jefe de la Comisaría Provincial de la Policía Nacional de Francisco Oterino, quien sustituye en el cargo a Luis Gibert, recientemente jubilado. Durante su intervención, Barcones subrayó que estas cifras en Valladolid son fruto del trabajo, entre otros, de la Policía Nacional, con casi 800 agentes que prestan servicio en las comisarias de la capital y Medina del Campo.
"Cuentas con un magnífico equipo y un grupo que son ejemplo de profesionalidad y permiten a los vallisoletanos vivir en una ciudad segura. El reto es difícil porque el punto de partida es muy bueno. Es el momento de poner desafíos, seguir firmes en el quehacer diario y cuanto más nos acerquemos a la quimera de delincuencia cero más lo haremos contra la pericia que también tienen los delincuentes", dijo Barcones.
El acto contó también con la presencia de la subdelegada en Valladolid, Alicia Villar, el presidente de la Diputación Provincial, Conrado Íscar, la delegada territorial de la Junta, Raquel Alonso, así como el jefe superior de la Policía Nacional en la Comunidad, el comisario principal Juan José Campesino, acompañados de autoridades civiles, militares y judiciales.
