La Guardia Civil ha detenido a un total de 15 personas como integrantes de un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas en Palencia, Ávila, Valladolid y Bizkaia.
El equipo territorial de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Arévalo tuvo sospechas el pasado mes de febrero de la posible existencia de un punto de venta de drogas en la localidad abulense de Moraleja de Matacabras, según la información facilitada por la Delegación del Gobierno en Castilla y León..
Para verificar esas sospechas, se realizaron una serie de gestiones tales como vigilancias discretas e investigaciones policiales que dieron resultado positivo.
Las primeras investigaciones, en el marco de la operación 'Chispi', se centraron en tres personas, una con residencia en Medina del Campo (Valladolid) y las otras dos en Moraleja de Matacabras (Ávila).
Al parecer, la persona de Medina del Campo adquiría cocaína a través de un suministrador de Palencia, quien surtía las sustancias a los distribuidores abulenses y éstos procedían a su venta en la provincia de Ávila.
Asimismo, se pudo descubrir que no solo se encargaban de distribuir sustancias cannábicas y cocaínicas, sino que también lo hacían con sustancias estimulantes, principalmente 'speed', y que para adquirirla acudían a un quinto suministrador de Ataquines (Valladolid) y que la distribuían también en la provincia de Ávila.
Esta quinta persona era auxiliada por otras tres de la población de Ataquines, quienes distribuían las sustancias estimulantes en las provincias de Valladolid y Ávila, gracias a un nuevo suministrador de Zamudio (Bizkaia), encargado del transporte y entrega de sustancias cannábicas, cocaínicas y estimulantes, principalmente hachís y marihuana, al grupo en Ataquines.
Con el transcurso de las investigaciones, y tras el correspondiente análisis criminal, se pudo verificar que no se trataba de personas aisladas e independientes, sino que guardaban conexión y que habían formado un entramado criminal dedicado a traficar con drogas entre las provincias de Ávila, Valladolid, Palencia y Bizkaia.
El grupo, que estaba perfectamente organizado, jerarquizado, coordinado y parte del mismo está unido por lazos familiares, habría creado un negocio con el tráfico de drogas, principal sustento económico con el que llevaban una vida bastante desahogada.
Las investigaciones continuaron con la realización de siete registros domiciliarios en las localidades de Moraleja de Matacabras (Ávila), Ataquines y Medina del Campo (Valladolid), Palencia y Zamudio (Bizkaia), donde se incautaron un kilo de speed; 58,37 gramos de ketamina; 15 centilitros de ketamina líquida; 32,94 gramos de MDMA; 418 pastillas de éxtasis; un vehículo de alta gama; 19.125 euros en efectivo; 99 gramos de cocaína; 399 gramos de hachís; 2.432 gramos de marihuana en seco; 30 plantas de marihuana y ocho básculas de precisión.
La autoridad judicial competente acordó el inmediato ingreso en prisión del cabecilla del grupo criminal, el individuo con residencia en Ataquines (Valladolid).
Algunos de los detenidos poseen antecedentes policiales por hechos similares.