Jesús López Garañeda
Domingo, 09, Octubre, 2022
Cultura
Porque pasa el Canal junto al convento. '¡Oh qué dulce embeleso!, ¡qué placer tan divino!, ver correr el agua orilla al río'. Esta canción del Canal de Tordesillas, una obra hidráulica y de riego que cambió la vida rural de secano por la de regadío en Tordesillas allá por el año 1912 cuando fue aprobado el proyecto de su construcción, terminada e inaugurada en 1923, ha tenido más de una canción, serenata o sonsonete entre los habitantes de Tordesillas, gracias a las gestiones de un tordesillano que llegó a ser Director General de Obras Públicas y que se llamó José María Zorita.
De esos sonsonetes no se salvó ni el cura de San Pedro, al que también trajeron en otra coplilla que se cantaba por las fiestas de la Peña y del que se decía que lo "iba a pagar" porque "el día que se saque la remolacha, daremos una fiesta a las muchachas y el día que se seque el agua del canal, el cura de San Pedro lo va a pagar".
Con este ¡chunda, chunda!, traigo al recuerdo una fotografía de 1947 cuando el toro de la Vega se escapó por las arneras y salió por bajo de Santa Clara utilizando el caminillo por el que iba el trazado del canal de Tordesillas. Ahí mismo estaba la llamada "fuente del zapatero", muy cerca de la "cueva león" donde más de uno de los chicos de entonces aprendió a fumar cigarros de anís y hacer pintos de la escuela primaria.
¡Qué tiempos!