Valladolid disfruta de la 67 edición de Seminci con la participación de actores consolidados y consagrados y de los que no lo son tanto, ya que la apuesta del director, Javier Ángulo, de dar la oportunidad de estrenarse en el festival a las primeras películas de directores continúa vigente, algo que ya forma parte de su seña de identidad y que agradece el público asistente. En esta ocasión, 'Vasil' entraría en esa lista, aunque dicha ópera prima ha entrado por la puerta grande optando a la Espiga de Oro y dejando "muy buenas sensaciones" tanto a los expertos como a los aficionados del cine.
En la película citada anteriormente participa, siendo uno de los actores principales, nada más ni nada menos que Karra Elejalde, actor que ha atendido a TRIBUNA después del estreno de la obra cinematográfica en Seminci, un festival que conoce bien. "He venido muchas veces a Seminci. Alguna vez a la Sección Oficial y, otras veces, a otras. ¿Qué opino de Seminci? Pues los festivales... bueno, es como si te pregunto tu opinión sobre si compras a niños de 12 años como a Messi en el fútbol para que luego se conviertan en grandes estrellas. Es decir, un festival es una cantera donde se juntan producciones, ideas, caldos de cultivo para otros proyectos o cortos como en Seminci, que son los grandes talentos del mañana. No podemos dejar de lado al mundo de los cortometrajes. Estos cortometrajistas se convertirán en grandes directores", reconoce.
Además, al ser preguntado por 'Vasil', Elejalde explica a este medio cómo fue el proceso previo al rodaje. "Quedé con la directora en una cafetería y me habló un poco del guion y del personaje. Es cierto que tuvimos una segunda reunión donde hablamos de lo que me había parecido y, de esa puesta en común, salió las ganas de hacerlo. Es una película que habla de las dificultades de comunicación que tenemos. Y esto va a más. A veces, ves a familias en un restaurante que, entre el primer plato y el segundo, están con sus respectivos móviles... En un tren pasa lo mismo... Antes no nos conocíamos y cuando bajabas en un ascensor, te relacionabas y eso ahora ya no pasa...", sostiene.
"La película ha sido un gran acierto porque los actores no solo emitimos o interpretamos cuando hablamos, sino también cuando pasamos un rato callados. En el rodaje nos pasó esto último en muchos momentos y en la vida real, eso no lo puedo soportar. El hecho de estar con tanta gente y que suceda un silencio... es que es tan raro...", añade.
Con todo y con ello, el actor comenta a este medio ese nuevo 'cambio de registro' que ha llevado a cabo: "Para hacer de mí, no juego a este juego. El reto es hacer personajes distintos a lo que soy en la vida real. Lo hice en 'La madre muerta' y en 'Mientras dure la guerra'... Me ha parecido una propuesta muy distinta y ese era el reto porque Alfredo es un tío amargado, gris, maniático, exigente, con normas como la puntualidad... aunque en eso último nos parecemos".
Por último, cabe reseñar la reflexión que deja a TRIBUNA sobre el cine español, el cual atraviesa un "buen momento", a pesar de las dificultades que considera el propio Karra referentes a la "afluencia del público" en las salas. "El cine español está en un buen momento. En cambio, lo veo peor en cuanto a la afluencia del público en las salas. El cine es algo para verlo en público. Yo nunca me he reído a carcajadas en casa viendo una película, pero cuando lo he visto con más gente, por ejemplo, en una sala de cine, sí que lo he hecho. Me divierto mucho más. Las plataformas han venido a dotarnos de salud. En España podemos hacer 100 películas al año y a la vez. Tenemos actores, guionistas, productores... pero nunca había visto correr peores vientos si nos ponemos a analizar la cantidad de público en las salas. Si tienes tres hijos y quieres ver una película familiar, sabes que tienes 50 euros para gastarte en las entradas y después habrá que darles las palomitas, la bebida... Por eso, en ocasiones, decides quedarte en casa y ya preparas una pizza...", concluye.