César Rodríguez Cabrillo
Domingo, 30, Octubre, 2022
Fútbol
El Real Valladolid perdió con todas las de la ley ante Osasuna. Los de José Rojo 'Pacheta' fueron sometidos de principio a fin por el conjunto rojillo que se aprovechó de los errores pucelanos para sellar el triunfo en su feudo. Aunque el equipo pudo salir goleado en su visita a tierras pamplonicas y apenas generó ocasiones de ataque. Sin miedo a equivocarnos podemos estar ante el peor partido del equipo esta temporada.
Los blanquivioletas volvieron a plantear el encuentro con una defensa de cinco centrales, pero pronto los planes se vieron trastocados cuando Roque Mesa cometió un penalti tan absurdo, como claro (uno más en su lista). El Chimy Ávila desde los once metros tuvo que ajustar al máximo su disparo para que Masip no detuviera la pena máxima.
A partir de ahí el partido fue un monólogo continuo de Osasuna que fue mejor en todas y cada una de las fases del juego. Sin apenas tiempo para asimilar el golpe Fedal regaló el segundo tanto a Moi Gómez. No estuvo acertado el central marroquí cuando le presionaron los jugadores de Osasuna, en una acción que debió ser invalidada por fuera de juego, pero que ni el Var, ni el linier, ni el árbitro acabaron por decretar. Desde Las Rozas llamaron al colegiado a mirar la acción al monitor para que cambiara su decisión, pero firme en ella no se retractó y dio como válido el gol.
No se habían disputado ni 20 minutos y el Pucela ya se encontraba dos goles por debajo en el marcador. Osasuna aprovechó para relajarse un poco y dejó al Real Valladolid dominar la posesión sin dejarle llevar peligro sobre la meta de Aitor Fernández que tan solo intervino para embolsar un remate muy blando de Óscar Plano. Estuvo más cerca el tercero de los rojillos que otra cosa antes del descanso.
Pacheta tuvo que reaccionar y señaló a Fedal y Roque Mesa en el descanso sustituyéndolos por Monchu y Gonzalo Plata. También el técnico cambió al joven Lucas Rosa para que Fresneda volviera a coger ritmo de competición tras recuperarse de su lesión. Cambió la cara al partido el Pucela tras el paso por vestuarios, al menos durante veinte minutos que pudieron derivar en otro resultado final. Weissman la tuvo de volea en el área pero se topó con una gran parada de Aitor Fernández en la mejor llegada visitante, pero el marcador no se movió y Osasuna logró quitarse la presión.
Con los cambios el conjunto de Arrasate volvió a adueñarse del partido hasta el final, las mejores opciones de ataque fueron las suyas. Eso sí, sin la puntería necesaria para agrandar la renta. El encuentro no tuvo más historia y ahora el Real Valladolid afronta estas dos últimas jornadas antes del parón del Mundial con la exigencia de ganar al Elche en Zorrilla y hacer un buen trabajo en San Mamés ante el Athletic.