Surcar Tierra de Campos en barco

La embarcación eléctrica Antonio de Ulloa recorre cada día un trayecto del Canal de Castilla, que también se puede disfrutar en bici o en piragua

José Ángel Gallego Vázquez
Domingo, 20, Noviembre, 2022
Actualidad

Navegar en Tierra de Campos. Pero no ahora, sino desde hace casi doscientos años. Es el llamado sueño ilustrado: unir el centro de la meseta con los puertos del Cantábrico, o lo que es lo mismo el Canal de Castilla. Aquel proyecto faraónico quedó inconcluso. La orografía norteña y la llegada del ferrocarril provocaron que el Canal quedara en 207 kilómetros navegables, usados durante varias décadas.

Virginia Asensio, historiadora y responsable del Centro de Recepción de Viajeros, cree que el Canal de Castilla es "uno de los mejores ejemplos del patrimonio industrial de España. Fue el gran logro de la Ilustración española", asegura. A vista de pájaro, el Canal de Castilla es un rectilíneo surco arrancado a la tierra.

En la Tierra de Campos vallisoletana es hoy posible rememorar la navegación que un día tuvieron las más de 300 barcazas que surcaban sus aguas, cargadas de todo tipo de productos, especialmente los cerealistas. La embarcación eléctrica Antonio de Ulloa recorre diariamente la lámina del Canal que parte desde la dársena de Rioseco, un auténtico puerto de interior.

Los viajes son de dos tipos: Los más habituales, los que recorren durante una hora el Canal hasta las inmediaciones del conocido Puente de Villalón. El otro recorrido es más largo, pero merece la pena arribar hasta la séptima esclusa, donde el barco remontará los casi tres metros de desnivel del terreno gracias a este ingenio, que funciona como si fuera un ascensor hidráulico.

Asimismo, tal y como explica Valentín González, director del Centro de Recepción de Viajeros del Canal de Castilla en Rioseco, perteneciente a la Diputación de Valladolid, la oferta se completa con "turismo activo" con el alquiler de bicicletas para recorrer los caminos de sirga o de divertidas piraguas con las que poder remar en estas apacibles aguas.

Desde hace casi dos décadas, esta embarcación ha transportado a miles de viajeros sorprendidos por lo que se encuentran en el trayecto. No solo la imponente dársena riosecana con sus almacenes o la fábrica de harinas San Antonio, los puentes o las esclusas, también por el paisaje que conforma un ecosistema propio.

El barco Antonio de Ulloa se ha convertido, por méritos propios, en uno de los principales recursos turísticos de la Ciudad de los Almirantes e incluso es el encargado en la Noche de Reyes de transportar a sus Majestades los Reyes de Oriente en el inicio de una Cabalgata que ya ha recibido el título de Fiesta de Interés Turístico Regional.

 

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