Frenazo del UEMC Real Valladolid Baloncesto en Melilla. El conjunto de Paco García cayó fruto de sus errores en su difícil salida a la ciudad autónoma. El 4/14 en tiros libres y las 11 pérdidas pesaron como una losa para el conjunto blanquivioleta, el cual, en los minutos finales, se mostró muy desacertado. Kevin Allen, recién aterrizado tras una odisea de viaje, firmó 16 puntos y 9 rebotes a pesar de su inactividad.
De duda a diferencia, el pívot norteamericano, llegado al encuentro sobre la bocina, partió desde el banquillo del UEMC Real Valladolid Baloncesto, que se presentaba en el Javier Imbroda en busca de la quinta victoria del curso. Con un ritmo endiablado, melillenses y vallisoletanos abrieron la contienda con mucho peso y acierto en los ataques. Melilla Sport Capital, muy acertado en el triple en las primeras posesiones, se hizo con las primeras rentas (11-7), pero los blanquivioleta no tardaron en demostrar que también podían anotar desde la larga distancia.
Puidet, Mike Torres y Mazaira acertaron desde el perímetro para mantener el ritmo anotador de los africanos (13-15), aunque el intercambio golpes salieron ligeramente favorecidos los locales. Tras diez minutos de un frenético y continuo toma y daca, el primer cuarto finalizó (26-23) con un triple sobre la bocina de Thompson. El principal debe de los visitantes, no obstante, era el 0/6 que estaban firmando tiros libres.
26 puntos recibidos se antojaban demasiados para los de Paco García, quien ya avisó en la previa de que la defensa era primordial. Dicho y hecho. El UEMC Real Valladolid Baloncesto dio un paso adelante atrás y regresó a la pista con un parcial de 1-7 (27-30) en apenas un minuto. Óscar Lata, obligado a frenar la inercia visitante, solicitó el primer tiempo muerto de la contienda.
Y es que los castellanos habían encontrado en Sergio de la Fuente y Melwin Pantzar a sus principales estiletes. El sueco imponía su velocidad y percutía hasta el aro, mientras que el capitán no paraba de sumar rebotes ofensivos y anotar bajo los aros para poner la máxima ventaja visitante en el partido (30-34).
Kevin Allen (máximo anotador al descanso con 10 puntos y 4 rebotes) volvió a pista demostró que la inactividad no le iba a pesar y anotó tres canastas consecutivas para adueñarse de la pintura (36-42). Atrás, por si fuera poco, se afanó en defensa para condicionar los tiros locales y los pucelanos, poco a poco, comenzó a sentirse cómodo en su propia cancha. Al descanso, de ese modo, eran los de Pisuerga quienes mandaban (48-50).
Los tiros libres y las pérdidas, una losa demasiado pesada
Sin embargo, a pesar de que era el UEMC Real Valladolid Baloncesto quien se imponía, el tanteo de puntos se antojaba demasiado alto para lo que espera Paco García, además del ínfimo 1/8 en tiros libres (12-15 de los locales). Quedaba tiempo y margen de mejora, aunque al descanso sí que se estaban cumpliendo las dos premisas innegociables para el técnico vallisoletano: más rebotes (15-16) y menos pérdidas (9-4).
Tras la pausa, eso sí, se redujo considerablemente el ritmo y el acierto por parte de ambos equipos. En un contexto que sobre el papel podría ser favorable para las ardillas, la igualdad se mantuvo durante todo el periodo. Aunque el UEMC Real Valladolid Baloncesto continuó perdonando desde la línea de personal, fue precisamente un tiro libre de Herve Kabasele el que sirvió para que todos los jugadores de Paco García sumasen puntos.
Los blanquivioleta volvían a ratificar la importancia del colectivo y el trabajo coral sobre las individuales, pero esa labor quedaba refrendarla con una victoria. Al término del tercer periodo, de ese modo, eran los de Óscar Lata quienes se imponían (61-59).
En un partido con un margen tan mínimo, los tiros libres estaban lastrando sobremanera a un UEMC Real Valladolid al que se le complicaron aún más las cosas en el último asalto. Las pérdidas propiciaron que Melilla Sport Capital se hiciera con máxima a su favor (71-66) a falta de solo cuatro minutos por disputarse. Los azulinos la aferraron como oro en paño y no la soltaron.
Con esa desventaja para las ardillas, ambos equipos entraron en bonus y la contienda llegó a los minutos finales, donde el acierto no acompañó a los visitantes. Dos buenas acciones defensivas del cuadro castellano permitieron tener varias posesiones para poder obrar la remontada, pero las canastas no llovieron y los locales, certeros desde la línea de personal (17-21), no dejaron escapar el triunfo. Frenazo en seco del UEMC Real Valladolid Baloncesto tras el parón.