La historia continúa para la figura de la mujer en la Policía Municipal cuyo objetivo es incrementar la cifra actual porque 50 años "parecen muchos, pero ha sido antes de ayer". Esa es la premisa de la actual jefa del cuerpo, Julia González, la cual no se rinde para que las jóvenes mujeres que quieran ser policías, se animen porque es un trabajo que lo pueden "ejercer todos". En cambio, antes de llegar al presente punto de esa 'pequeña' barra del tiempo, de 1972 a 2022 han pasado más cosas de las previstas o como dice nuestra protagonista: "Cosas impresionantes".
Esta circunstancia ha conllevado a que González se pasara por Tribuna Valladolid para contar cómo fueron los inicios y su propia llegada al cuerpo municipal donde había un comportamiento normal para el hombre y otro diferente para la mujer. "Hubo un momento en el que el alcalde y el jefe de la Policía consideraron que era bueno incorporar mujeres en el ámbito policial. Sacaron 18 plazas, aunque se cubrieron 16. He de recordar que este hecho, que ha cumplido 50 años, estaba inmerso en un mundo policial lleno de hombres", reconoce.
"Finalmente, estas mujeres entran en la plantilla. Su recibimiento fue de dos formas: el primero, paternalista como lo de 'bueno hija, tú no te preocupes que yo estoy a tu lado' y, el segundo, fue 'has venido, pero me estás quitando el pan de mis hijos'. Por esa razón, terminaron haciendo una tarea poco policial porque iban a acompañar a los niños al transporte escolar, algunas estuvieron en oficinas... Las expectativas se trastocaron. Creían que queríamos ser policias para estar en las oficinas y no para estar en la calle en un operativo", añade.
Este último hecho se junta con la mayoría de edad de aquella época. "Ellas lucharon siempre por sus derechos. La mayoría de edad, en esos momentos, era de 21 años, aunque a los 18 ya te podías introducir en el mundo laboral. Las de Córdoba, por ejemplo, salieron a la calle en los diferentes operativos. De hecho, alguna era tan joven, que le preguntaba un juez si estaba acompañada (la que había detenido al presunto delincuente) de su madre o tutor. Son cosas impresionantes", comenta.
En la actualidad, con la historia recogida en una exposición que lleva consigo textos y fotografías de los mejores momentos y que pasará por los Centros Cívicos de Pajarillos y Parquesol, son 58 mujeres policías en Valladolid, que supone un 13,48 por ciento del total de agentes. Esa razón lleva a que Julia haga un llamamiento con un objetivo incluido. "Cuando entran las nuevas, no sabes la alegría que me da. En casi todas las categorías, de hecho, tenemos mujeres. Esto no es una lucha entre mujer y hombre sino que, hay un 51 por ciento de mujeres en la sociedad. Por lo que, deberíamos estar en el cuerpo más representadas. A nivel de España, la media de mujeres policías representan un 10 por ciento y, en Valladolid, somos más. Aunque, bajo mi perspectiva, estamos infrarepresentadas. Necesitamos que haya más mujeres en la Policía. Creemos que ese hueco nos corresponde. El tema de la educación y la socialización es muy importante a la hora de enfocar el papel de la mujer en el mundo laboral. Hemos cambiado mucho y eso que este tema, mayormente, estaba masculinizado. Nuestro trabajo lo podemos ejercer todos, sea hombre o mujer. Las jóvenes deberían entenderlo así", explica.
Cabe reseñar, por último, que la jefa hace autocrítica por la "mochila" que cargan en sus espaldas con esa mirada que echan atrás, aunque tengan delante el presente. "Si en 50 años, Valladolid tiene cerca el 14 por ciento. ¿Cuándo nos acercaremos al 40? Nuestro objetivo es visualizarlo, difundirlo, que las chicas lo conozcan porque ellas también pueden ser policías. Luego estaría el hecho de poder ascender porque no nos podemos encorsetar en la base. Hay que analizar lo que está pasando. Mi generación llegará un momento en el que se jubilará y, por ello, debemos pelear para que entren en el cuerpo porque hay que tener un relevo generacional normal. Con esto, no quiero decir que las mujeres solo puedan ser jefes porque no es así. Llevamos una mochila de carga que nos complica romper ese techo", concluye.