La selección portuguesa cumplió y ganó (3-2) a Ghana este jueves en la primera jornada del Grupo H, gracias a los goles de Cristiano Ronaldo, Joao Félix y Rafael Leao, en un duelo en el que fueron muy superiores, pero no supieron administrar su ventaja en los momentos finales, dando vida hasta el final a las 'Estrellas Negras', que celebraron los tantos de André Ayew y Osman Bukari.
Tras un monólogo con el balón aunque poco efectivo de los lusos, algo fríos, en la primera parte, los goles llegaron en la segunda mitad, con un penalti algo dudoso sobre Ronaldo, que provocó que el muro africano tuviera las primeras grietas. Estas las aprovechó Bruno Fernandes para asistir a Joao y Leao y poner un 3-1 que parecía ser definitivo. No obstante, Ghana, sin complejos y con más corazón que fútbol, creyó y apretó y puso contra las cuerdas a los de Fernando Santos.
Ambas selecciones mostraron sus cartas muy rápido, con una Portugal protagonista con balón y ejerciendo una presión más intensa cuando el esférico era propiedad de los africanos, más cómodos esperando en bloque medio-bajo. Tras unos primeros minutos mansos, Cristiano Ronaldo tuvo la primera en sus botas al recibir un envío entre centrales tras un error grosero del combinado ghanés, pero la ocasión se fue al limbo.
Los lusos embotellaron a Ghana durante la primera media hora, aunque sin ocasiones de peligro, salvo algún acercamiento de Bruno Fernandes, Joao Félix y Ronaldo. Los africanos no parecían estar demasiado incómodos, siempre más pendientes de proteger su portería y no descuidar el sistema. Iñaki Williams intentó 'cazar' algún balón largo, pero su posición de único ariete le hacían ser una isla en el océano.
Ese dominio se transformó en susto pasados los primeros treinta minutos, cuando Cristiano recogió un balón en el área desplazando al defensor ghanés Djiku para mandar el balón a la red. Pero el árbitro entendió que era falta, por lo que el tanto nunca fue válido. Ghana sufría mucho sin posesión y disfrutó de sus primeros acercamientos con un doble saque de esquina, que finalmente acabaron en nada.
LOS GOLES LLEGARON EN LA SEGUNDA PARTE
La segunda mitad continuó con el mismo guion con el que acabó el primer envite, con una Portugal muy dominante con la posesión, aunque fría en ataque. Sin embargo, con el paso de los minutos Ghana se fue olvidando de sus complejos, mostrando una cara muy distinta, y empezó a tejer jugadas más elaboradas que le permitieron tirar por primera vez, en el 53', aunque no a portería.
Y así llegó la oportunidad más clara para los africanos, con una transición lanzada por Kudus con una conducción de más de 40 metros que decidió culminar con un zapatazo raso que lamió el poste de la portería defendida por Diogo Costa. Fernando Santos intentó frenar ese intento de rebeldía africana dando entrada al bético William Carvalho por el maltrecho Otávio, fortaleciendo el centro del campo, tratando también de fortalecer la medular.
En cambio, la balanza se decantó para el lado luso con un penalti de Salisu sobre Cristiano Ronaldo que provocó las quejas de las 'Estrellas Negras', al entender que el contacto no era suficiente. Pero el colegiado ya había decidido, y el delantero luso no falló desde los once metros para convertir su octavo gol en un Mundial y desatascar a una Portugal que asediaba sin suerte.
Pero lejos de venirse abajo, Ghana continuó con el plan de la segunda parte. Pasados los 70 minutos de juego, Kudus, el mejor de los africanos, aprovechaba un balón largo para adentrarse en el área y servir el empate al capitán y leyenda André Ayew con un pase de la muerte que solo tuvo que empujar. Poco le duraría la alegría a las 'Estrellas Negras'.
Solo cinco minutos después veían como un error grosero en el centro del campo provocaba una transición en la que Fernandes servía de manera espectacular a Joao Félix para que este batiera con un toque sutil y colocado a Zigi. Mismo escenario para el 3-1, cuando el centrocampista del United condujo el esférico ya en campo africano para asistir sin oposición a un Rafael Leao que salió por Neves y que solo tuvo que poner el interior de su pie derecho para, ya dentro del área, aumentar la distancia lusa.
Pero el partido tenía reservado un último capítulo de sufrimiento para los lusos, cuando el recién incorporado Bukari, ya sin Kudus y André Ayew en el campo, se elevó entre los centrales portugueses para rematar un centro preciso desde al izquierda y meter el miedo en el cuerpo a Portugal con el 3-2. Portugal supo contener a los africanos, que gozaron de alguna oportunidad para puntuar.