El Real Valladolid cayó (0-2) para cerrar el año 2022 ante el Real Madrid en el Estadio José Zorrilla. Los de José Rojo Pacheta dieron la cara en todo momento ante un equipo merengue que tuvo que resolver el partido en los últimos minutos con un Benzema que, de penalti, adelantó a los suyos en una acción polémica con revisión incluida del VAR. El propio francés, además, sentenció para meter presión a los de Xavi.
El partido comenzó con una apuesta valiente del Pucela, aunque este realmente creció con el paso de los minutos, ya que los primeros compases fueron blancos con sendas ocasiones de Asensio que repelió Masip y una ocasión clarísima de Benzema a bocajarro y con la portería vacía.
Por esa razón, los de Ancelotti no aprovecharon su momento y tuvo que ser el equipo de Pacheta el que dio el paso adelante que necesitaba el encuentro. De hecho, fue el único que lo intentó antes del descanso con Courtois como protagonista. El belga salvó a los suyos después de realizar una gran estirada para sacar el disparo de Aguado, que desquició a Kroos y compañía. El marcador, por tanto, no se movió, lo que ajusticiaba lo ofrecido por ambos.
Tras la reanudación, el Madrid no despertaba y el Pucela seguía mereciendo más, mucho más de lo que se estaba llevando. Sin embargo, volvió a aparecer Courtois, como en la primera parte, para sostener a un Madrid grogui y sin la intensidad necesaria como para llevarse la victoria. Primero fue Aguado y luego Sergio León, pero ninguno acertó.
Esas estiradas de Courtois permitieron al Madrid poder levantarse prácticamente de la lona, aunque el resultado seguía intacto, se vio alterado en el minuto 82 con una acción polémica de una mano interpretativa e involuntaria que Munuera Montero echó la mano del VAR y de Gil Manzano. El colegiado, finalmente y ante los pitidos de los blanquivioleta, señaló los 11 metros, que fue el principio del fin para los pucelanos.
Benzema cogió el balón, engañó a Masip y adelantó a los suyos (0-1). Acto seguido, Munuera expulsó a Sergio León por las protestas del '7' al cuarto árbitro. Los pucelanos, ya desquiciados por la decisión, se vieron desbordados con la entrada de Camavinga y con el ritmo del encuentro que llevó consigo el segundo tanto del actual Balón de Oro (0-2).
Este resultado, inmerecido por lo visto en el terreno de juego, deja al Madrid con el liderato provisional y al Pucela con la mirada puesta en el Alavés después de quedarse con la miel, de nuevo, en los labios
