'¡Únete por Esther, únete por nosotros, únete por que nadie más se tenga que unir!' Bajo este lema, una concentración vecinal pedirá el 15 de enero "justicia para Esther López", la joven de Traspinedo (Valladolid) de la que el 13 de enero se cumplirá un año de su desaparición y cuyo cuerpo sin vida fue hallado 23 días después. La cita será a las 13 horas en la Plaza de Portugalete de Valladolid.
Casi 365 días después, el caso sigue sin resolverse, pero su familia, allegados, amigos y la localidad vallisoletana no pierden la fe. Por el momento, el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid acordó hace dos semanas una prórroga de seis meses en la causa abierta por su muerte, a la espera de recibir los resultados de sendas diligencias de investigación que están acordadas en el proceso.
En primer lugar, las partes permanecen a la espera del estudio de compatibilidad del vehículo T-Roc del único investigado en la causa, Óscar, con el que aparece en las cámaras del lavadero de la estación de servicio que pudo captarlo. Por otro lado, falta el estudio por parte del Departamento de Biología y Criminalística de la Guardia Civil al objeto de determinar el origen y naturaleza de los restos biológicos hallados en el maletero del mismo vehículo.
La importancia de estas diligencias de investigación radica en que, en función de sus resultados, se podría derivar la necesidad de practicar otras diligencias nuevas para una correcta calificación de los hechos.
Aquella noche del 13 de enero del pasado año, Esther estuvo tomando algo en un bar con unos amigos. A continuación, se fue del local en compañía de Óscar, el principal sospechoso, con quien se subió en un coche para ir a casa de otro chico. Ella se bajó en las proximidades del restaurante La Maña, en el cruce de la carretera N-122, donde Esther López fue vista por última vez y donde su teléfono dejó de emitir señal.
Semanas después, la autopsia determinó que había sido atropellada y que la persona que la mató la dejó agonizando, dado que si hubiera recibido asistencia médica, todavía estaría viva. Los informes forenses apuntan a que pudo ser atropellada por la espalda por un vehículo tipo todoterreno, pero a baja velocidad.
En un primer momento las investigaciones de la Guardia Civil se centraron en Ramón, ?el manitas?. Estuvo detenido seis días, se registró su casa de arriba a abajo y, finalmente, tuvo que ser puesto en libertad con cargos. Después, la Guardia Civil descartó esa hipótesis y todas las sospechas fueron hacia Óscar Sanz, que sigue siendo el presunto autor de los hechos a ojos del Instituto Armado. Así y todo, no hay ninguna prueba directa que lo incrimine.
Casi un año después, el caso continúa abierto en un juzgado de Valladolid. Junto con Óscar, teóricamente la última persona que vio viva a la vecina de Traspinedo; y Ramón, también se encuentra Lucio Carlos G.D., uno de los mejores amigos de la chica, camarero de profesión y apodado 'Carolo'.
Los tres continúan incluidos como investigados pero las pesquisas policiales continúan sin esclarecer qué pasó con Esther la madrugada del 12 al 13 de enero y, sobre todo, quien acabó con su vida.