El Real Valladolid ha caído (0-1) ante el Rayo Vallecano en el Estadio José Zorrilla y suma la décimotercera derrota de la temporada en Liga. La imagen blanquivioleta dejó mucho que desear tras el tanto del conjunto rayista cuando debería haber dado un paso adelante para sumar algo positivo. Ese escenario no acabó con ese final y el solitario gol de Isi deja a los pucelanos con 17 puntos y con una situación que empieza a preocupar. El Rayo se coloca con 26 puntos, a tan solo dos de los puestos de Champions.
El partido comenzaba sin un dueño claro porque ninguno de los dos se apoderaba del balón. De hecho, en estos primeros compases, era el conjunto de Pacheta el que lo intentaba, aunque sin generar el peligro suficiente como para abrir el marcador. Por su parte, el Rayo reaccionó y empezó a asustar a los de casa. No obstante, iba a tener la más clara del encuentro en un escenario que vuelve a repetirse en Zorrilla. Es decir, una intervención del VAR y un penalti en contra. Sin embargo, Isi, el héroe rayista, lo falló. Masip paró la tercera pena máxima de la temporada. El aliento de Zorrilla animó a los de Pacheta, pero estos seguían sin despertar sorprendentemente. Al descanso, el empate a cero se mantenía.
Tras la reanudación, la vida continuaba por el camino rayista, a pesar de que el Pucela pudo adelantarse en el marcador con una buena intentona de Weissman, que entró al campo sustituyendo a Kenedy que se marchaba llorando lesionado. El israelí puso el balón al corazón del área pequeña ante la salida de Dimitrievski y Plano no llegó a rematar el balón en la red. Esa desperdiciada ocasión decantó la balanza para el Rayo, que era el que realmente lo merecía. Los de Iraola, en una jugada asociativa, encontraron a Álvaro García que vio a Isi sin oposición para que el '7' en el minuto 65 adelantara a los visitantes (0-1).
A partir de ahí y con los cambios realizados por el técnico que, en esta ocasión, no cambiaron la tónica del partido, el partido empezó a entrar en esa cuenta atrás que beneficiaba al Rayo, que dormía el partido con el paso de los minutos. La entrada de El Yamiq, que acompañó hasta el pitido final a Weissman en la delantera, no modificó el guion de esta obra cinematográfica que llevó consigo ese experimento y un drama final que empieza a coger por momentos tintes de tragedia.