La poza de Tordesillas y la fuente el zapatero

Nueva entrega de Tordesillas: Claveles del ayer

Jesús López Garañeda
Domingo, 15, Enero, 2023
Seminci

Justamente por bajo del Real Monasterio de Santa Clara en un bucólico paseo meridional cerca del río, donde sus aguas lamen y desgastan la orilla derecha, erosionando cada vez más ese margen prácticamente pegado al caserío, se encuentra la llamada poza, un recipiente de piedra por donde corre el agua que vierte de día y de noche, en invierno y verano agua mansa de filtración del Real Cenobio.

De chicos, la ladera era un buen lugar para corretear por entre espinos, pepinillos de zarza, algún nabo, espadañas y otra vegetación ribereña que desprendía olores diversos y servía en muchas ocasiones para esconderse en las pausas aquellas de aprendizaje para empezar a fumar a escondidas los cigarritos de anís.

Esa zona de la poza aún pervive tras la remodelación del paseo que puso en proyecto el Ayuntamiento de Tordesillas junto a la Confederación Hidrográfica del Duero cuando alboreaba la década de los 90 y se preparaba el quinto centenario del Tratado de Tordesillas.

Un paseo de madera que fue muy poco utilizado y más bien pronto que tarde desmontado tras incluir su pasarela inútil, inservible y poco práctica, dejando tan solo la barandilla de protección al viandante y sembrando unos árboles negrillos "vacunados" contra la grafiosis y horriblemente podados que obstaculizan y tapan ahora mismo cualquier visión de la panorámica de la hermosa vega del Duero. Sin embargo la medida de limpieza y adecuación de toda la ladera, instalando riego por goteo, sirvió para que el lugar alcance ahora mismo una cota de suelo bastante agradable.

El paseo del Sol por arriba, bautizado modernamente como de la Culebra y el ribereño por un nivel más bajo, sirven de esparcimiento a muchas personas que, acompañadas de sus mascotas, recorren prácticamente la totalidad del mismo.

En ese paseo la Poza de Tordesillas sigue manando agua y da humedad a unos cascabelillos que brotan en su aledaño.

El sitio es uno más de los singulares y curiosos de Tordesillas donde hay otra fuente cercana, la del zapatero, junto a la boca León. Estaba situada entre los contrafuertes del canal que por allí discurría atravesando todo ese frontal de la Villa y dando al lugar el momento apetecible y frondoso donde todavía cantan ruiseñores y jilgueros sobre todo por primavera.

Esta tarde me he detenido a retratarla y mientras ejercía los encuadres, se agolpaban los recuerdos de la infancia cuando triscábamos por allí los chicos de las escuelas de San Francisco, y las chicas de Santa Clara resbalaban por las cuestas. Unos y otras hoy llaman a este sitio el Paseo de la Culebra.

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