Unicaja de Málaga completó la gesta. El conjunto malagueño, que hizo historia 'cargándose' en cuartos de la Copa del Rey al Barcelona y en semifinales al Real Madrid, se alzó con el título ganando en la final al Lenovo Tenerife. Segundo título copero para el club malagueño y primero para el salmantino Alberto Miranda, miembro del staff técnico que dirige Ibon Navarro.
Miranda ya sabía lo que era ganar la Copa, en este caso Copa de la Reina, título que logró en Perfumerías Avenida.
Los malagueños firmaron un gran último cuarto para sellar, como 'matagigantes', un triunfo para el recuerdo y su segunda Copa después de la que ganó en 2005 después de jugar cuatro.
El gran duelo final de esta Copa de las sorpresas estuvo igualado, con muchas alternativas en el marcador y con suspense hasta ese último parcial, en el que los triples y mayor acierto de Unicaja sentenciaron a un Tenerife que se quedó a orillas de su primera Copa, en la que era su primera final.
El equipo malagueño terminó con trece ediciones de dominio ininterrumpido de Barça y Real Madrid.
Arrancó el partido eléctrico, con los dos equipos jugando a todo tren y con la máxima intensidad desde el salto inicial. Txus Vidorreta e Ibón Navarro movían una y otra vez el banquillo para mantener el ritmo y la tensión y el primer cuarto fue un intercambio constante de golpes.
Kravish desataba las hostilidades por el Unicaja con un par de acciones, después de la primera canasta de Cook. Y Salin y Barreiro se unían a la fiesta desde el triple.
Aparecían Shermadini, primero, y Guerra, después, por el Tenerife, y la segunda unidad cajista, con Thomas, Alberto Díaz y Kalinoski, en un primer cuarto con ventajas mínimas de uno y otro equipo y con constantes alternancias en el marcador.
El triple sobre la bocina de Kalinoski cerraba el primer parcial con ventaja para el Unicaja (16-17). De nuevo el escolta estadounidense anotaba al inicio del segundo, pero entonces aparecía Marcelinho Huertas para igualar el partido al límite de la posesión.
Bajo la magistral dirección del base brasileño y el poderío de Shermadini en la pintura, el cuadro aurinegro logró poner un poco de tierra de por medio con un parcial de 8-0 que le colocó 7 puntos arriba (33-26, min.16), un abismo tal como se estaba cocinando el partido.
Pero Vidorreta metió en pista a Fitipaldo para dar descanso a Huertas y el Unicaja respiró algo más aliviado. Los hombres de Navarro buscaban ataques en transición gracias a su dominio en el rebote ofensivo, pero se acaban estrellando contra la dura defensa del bloque insular.
Aún así, una canasta de Perry, un 2+1 de Ejim y otro triple de Kalinoski empataban de nuevo el duelo (36-36), y Thomas, desde el tiro libre, daba una ventaja mínima a los malagueños.
Pero para entonces, Huertas, que acabó la primera mitad con 8 puntos y 5 asistencias, ya había vuelto a la cancha para jugarse la última posesión con un triple estratosférico que cerraba el partido con un 39-37 al descanso.
Apareció Brizuela al inicio de la reanudación anotando cinco puntos que, junto con dos tiros libres de Osetkowski, daban un margen de +5 al conjunto andaluz (39-44).
Pero un triple de Salin, dos canastas de Shermanidi y siete puntos consecutivos de Huertas daban la vuelta al partido de nuevo (53-44, min.26) con un parcial de 14-0 que obligaba a Navarro a pedir tiempo muerto.
Reaccionó el Unicaja al final del tercer período con la irrupción furiosa de superclase de Carter -10 puntos en este cuarto- y de un Kalinoski casi infalible desde el triple para igualar de nuevo el electrónico (60-60) a falta de diez minutos para el final.
Carter siguió con la muñeca caliente en el último cuarto, y también Huertas, pero el abuelo de la Copa empezaba a ir justo de gasolina para emplearse también a fondo en cada acción defensiva. Una canasta de Kalinoski y un robo de Thomas con mate incluido tenían la réplica de nuevo de Huertas y Shermadini (67-69, min.34), pero al Tenerife ya no le quedan fuerzas.
El Unicaja apretaba en defensa y Barreiro y Osetowski apuntillaban desde los 6,75 para poner a su equipo ocho arriba (69-77, min.37), Ahí, acabó el partido. El cuadro tinerfeño, que jugaba su primera final, solo pudo maquillar un poco el resultado. Y Jaime Fernández, con un triple sobre la bocina, puso el definitivo 80-83.