El alcalde de Valladolid y candidato socialista a la reelección dentro de tres meses, Óscar Puente, está convencido de que la ciudad se encuentra ante "una década de auténtico esplendor" desde el punto de vista económico, laboral, cultural y medioambiental, con "proyección mundial".
"Valladolid va a jugar donde le corresponde, donde tenía que haber jugado siempre", ha declarado Puente a la Agencia EFE, seguro de que la empresa eslovaca de baterías Innobat en próximas fechas oficializará su desembarco en la ciudad, de que la fabricante india de autobuses eléctricos Switch Mobility comenzará su actividad a finales de 2023 y de que la integración ferroviaria culminará una nueva etapa en el medio plazo.
No ve estos proyectos industriales como "ases en la manga", porque no son "jugadas tramposas" sino fruto del trabajo de varios años, sin reproches ni recelos hacia la Junta en el caso de Innobat, por el hecho de que los acuerdos preliminares se firmaran en la sede de Presidencia por su exigencia: "Yo no me pego por esas cosas, si tengo que ir al infierno a firmar para traerme la fábrica a mi ciudad, voy y firmo".
En el juego político enmarca también la postura del PP para enfocar buena parte de su campaña al proyecto del soterramiento de las vías, con un reproche hacia su "impostura", al "decir a los ciudadanos o a algunos de ellos lo que quieren oír, como si fueran tontos, asumiendo que lo que les está diciendo es inviable" y obviando que el propio candidato popular, Jesús Julio Carnero, estaba como concejal cuando asumieron una deuda de 400 millones "a espaldas del Pleno". "Allá ellos...cuando el adversario se equivoca no hay que distraerle, que sigan", ha apostillado.
Tras ocho años al frente de la Alcaldía, Puente ha asegurado que se le han hecho "cortísimos", como si hubiera mediado un "abrir y cerrar de ojos", fruto de su dedicación plena de "24 horas al día y los siete días de la semana", lo que le ha generado "mucho desgaste" en lo personal, pero también le ha convertido en "mucho mejor político, con más experiencia y bagaje".
Ha rememorado que su peor momento como alcalde fue "afrontar la deuda del soterramiento" y verse "con un cuchillo en el cuello por parte de un 'pool' bancario al que se le debían 400 millones y que presionaba de muchas formas": "Recuerdo una llamada desde un notario a las 12 de la noche, estando en la cama, y una conversación terrible. Aquellos días fueron muy duros, no lo olvidaré jamás".
Como mejores momentos señala su primera salida al balcón del Ayuntamiento en las fiestas "con los Celtas Cortos bajo el brazo", el día en que el rugby llenó el estadio Zorrilla en presencia del rey Felipe VI, la visita al Papa Francisco y los conciertos en la Plaza Mayor con "las estrellas por las que tanto he peleado", ha destacado el alcalde, confiado en abrir una nueva brecha siendo sede de los Premios Goya, que espera atar en breve para 2024.
Sobre la posibilidad de que, de ganar las elecciones el 28-M, 2027 pudiera ser su estación de llegada, Puente ha indicado que siempre se planteó su proyecto a "tres mandatos", para que algunas de las iniciativas pudieran cristalizar, sin que a partir de ese momento pudiera asegurar nada.
"Me gustaría irme yo, no me gustaría que me echaran. No tener que irme porque los ciudadanos se cansen de mi", ha resumido al respecto.
