Los concejales del Grupo Municipal Popular de Valladolid han abandonado "a su pesar" el Pleno del Ayuntamiento celebrado en la mañana de este martes, 7 de marzo.
El abandono ha tenido su origen cuando el alcalde ha negado la palabra por alusiones a la concejala del PP Pilar del Olmo, después de que el portavoz de los socialistas, Pedro Herrero, comentase sin dar nombres que había dos ediles en el principal partido de la oposición que cobraban más de mil euros por no intervenir.
La portavoz del PP, Irene Núñez, explica que son "contínuas" las faltas de respeto por hacia su partido y acusa al alcalde, Óscar Puente, y de actuar de manera "autoritaria" y vulnerar "constantemente" los derechos de los concejales que ampara la Constitución y el Reglamento Orgánico.
"Lo que hemos vivido no es nuevo, por desgracia y viene sucediendo desde que comenzó el mandato", aseguran desde el Partido Popular.
Los 'populares' definen el Pleno como "el órgano en el que la oposición realiza su labor de control al equipo de Gobierno" y explican que el alcalde del consistorio "debería velar porque se celebrase con esas garantías".
Denuncian que, supuestamente, no se responde a sus preguntas ni se atiendo a sus propuestas en la mociones. "Lo que hace Puente es generar una indefensión a todos los concejales y, especialmente, a este grupo", sentencian.
Al abandonar el salón de plenos, el PP ha dejado sin formular sus tres preguntas sobre el cambio de las tarifas de taxi de la ciudad, el impacto de las obras en el túnel en la calle de panaderos y el pintado de algunas calles del centro.
Por su parte, el regidor ha defendido su actuación en que el portavoz del Grupo Socialista ha descrito "una situación con absoluta precisión" un hecho, ha acusado al PP de "tener la piel muy fina", y le ha recordado que en durante una intervención anterior habían llamado a Herrero "títere de Óscar Puente".
La portavoz de Valladolid Toma la Palabra (VTLP), María Sánchez, ha calificado esta situación como algo "insólito" y ha recordado que los concejales del PP les habían acusado de estar "con los verdugos y los violadores" en una moción sobre la llamada ley del sólo sí es sí.
