El Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid cuenta con más de un 80% de mujeres entre sus empleados y tres de las cuatro personas que forman el Consejo Directivo del centro también son mujeres.
El papel de la mujer en el ámbito socio-sanitario es esencial, sobre todo en una comunidad autónoma como Castilla y León, la región más envejecida de toda Europa. Este tipo de centros son vitales para mantener la calidad de vida de las personas mayores.
El que se convirtiese en ejemplo a nivel nacional durante la época más dura de la pandemia por el Coronavirus, por desarrollar la primera unidad post-covid que hubo en España, vuelve a ser pionero al anunciar que cerca del 85% de su plantilla son mujeres.
Desde su origen, está cimentado sobre las mujeres. Las Hermanas Hospitalarias surgen hace 141 años a partir de dos monjas que querían tratara las mujeres con enfermedades mentales que, hasta ese momento, se veían avocadas a la mendicidad y no recibían ayuda.
El vallisoletano Benito Menni cuenta entre sus especialistas con trabahjadoras como la logopeda Laura García Martínez, la fisioterapeuta Ariana Zurro Martín, y la directora de Calidad, Raquel de la Cruz, que aseguran que "El sector socio-sanitario está muy feminizado. La mayoría de los puestos están, tradicionalmente compuestos por mujeres".
El centro que cuenta con un área hospitalaria y un otra residencial, tiene un Plan de Igualdad desde el pasado año, implantado por fases que pretende facilitar cualquier eventualidad a la plantilla: "Nuestras compañeras necesitan que en las bajas por embarazo o maternidad se tenga en cuenta los riesgos que puede ocasionarles algún paciente o la adaptación de horarios y puestos que puedan beneficiar a la trabajadora".
Destacan el buen ambiente de trabajo y el apoyo de unos a otros en todo lo referente a la igualdad entre géneros: "No existe una presión sobre nosotras frente a otros compañeros que son hombres", garantizan.
Desde el 'Benito Menni' se lucha contra los estigmas que suelen tener mujeres con enfermedades mentales y sesgos que "siempre se han tenido por el machismo" con charlas educativas y de concienciación, además de un protocolo de acoso en vigor.