El Aula sucumbe en Sagriña ante el Atlético Guardés

El equipo de Peñas paga cara la falta de efectividad ante la meta del Atlético Guardés y cae después de una gris primera parte

L.S.J
Sábado, 11, Marzo, 2023
ActualidadDeportes

La leyenda de la maldición de A Sangriña sigue escribiendo líneas. Un año más, el pabellón gallego continúa siendo territorio prohibido para el Caja Rural Aula, que perdió con merecimiento ante el Mecalia Atlético Guardés después de pagar los frutos de una primera parte en la que sólo logró anotar cuatro goles; una sequía que dejó sin cosecha de puntos a las chicas de Miguel Ángel Peñas.   

Gallegas y vallisoletanas comenzaron a recorrer el camino del partido con un ritmo plomizo de goles y juego. Tanto, que el Caja Rural Aula, cerró de vacío el primer parcial. ¿El motivo?, a caballo entre el acierto de Miriam Sempere bajo palos y a la falta de claridad en la creación de juego. El remedio a la sequía le sirvió Lorena Téllez, única que parecía poder sobrepasar la defensa gallega.

La cubana se convertía en el primer tramo del choque en la tabla en la que se agarraba el Caja Rural Aula para mantenerse a flote en A Sangriña; donde el marcador se movía a paso de tortuga. Con 6-3 en el marcador, Peñas decidió optar por recurrir a un tiempo muerto; más que porque en ese momento fuera soberano el dominio local -sustentado por una excelsa Sempere- para aclarar ideas entre sus pupilas.

Ese alto en el camino no sólo no sirvió para espolear a las pucelanas, sino que fue el inicio de un arreón del Mecalia, liderado por Margarida y María Fernández, que dejaba tocado a un equipo vallisoletano que sólo pudo anotar un gol en 20 minutos; tiempo en el que el Atlético Guardés elevó el marcador de A Sangriña hasta el 13-4. Números poco comunes que llevaban al descanso un partido que dejaba su desenlace casi escrito cuando la película apenas había llegado a su nudo.     

La segunda mitad comenzó con la misma dinámica. Con Sempere convirtiéndose en una pesadilla recurrente, con el Caja Rural Aula incapaz de encontrar la fluidez de su juego y con el Guardés castigando la meta defendida por Alicia Robles. Marcela Santos rompió veinte minutos de sequía absoluta. Ese gol abrió la lata y, como por arte de magia, los balones comenzaron a llegar a las redes de Sempere. Tarde para pensar en la remontada, pero a tiempo para intentar mejorar la imagen de la primera mitad. El problema pucelano residía en que el Atlético Guardés se sentía demasiado cómodo y a salvo (21-7) como para ponerse nervioso ante las tímidas embestidas visitantes.

Si Sempere era un dolor para el Caja Rural Aula en defensa, María Fernández lo era en ataque. Ellas fueron las mejores de un Guardés que no levantaba el pie del acelerador ante la posibilidad de alcanzar a su rival en la clasificación. Así, cerró el partido con un 27-15 que alarga un año más la negativa de A Sangriña de ser conquistado por el equipo pucelano.    

 

 

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