La cofradía recogía 20 minutos más tarde a su talla titular, al Señor Atado a la Columna, de la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz con la calle Platería siendo testigo del paso de los cofrades desde una zona privilegiada donde los vallisoletanos pueden observar, aparte del citado Cristo esculpido por Gregorio Fernández, el Domingo de Ramos o los mejores momentos del Lunes Santo.
Las principales novedades que llevaba consigo la procesión se escenificaron en un Martes Santo emotivo e imborrable en Valladolid que será recordado por recuperar, de forma definitiva, la normalidad. A estas peculiaridades se suman los 39 golpes que se dieron a una campana, única en la capital, porque los cofrades de la Hermandad la llevan a hombros por todo el recorrido en el que, asimismo, se dan 15 de los mencionados 39 dejando el resto para momentos puntuales dentro del itinerario, una información que te detalló TRIBUNA.
El Señor Atado a la Columna, entre tanto, se dirigió al Santuario Nacional, donde ha tenido lugar el acto de renovación de la Promesa de guardar silencio en todas sus salidas procesionales. Esta imagen, posteriormente, ha continuado por Alonso Pesquera, plaza Colegio de Santa Cruz, Librería, plaza la Universidad, López Gómez, Arribas, Cascajares, Regalado, Cánovas del Castillo, plaza Fuente Dorada, Vicente Moliner, plaza Ochavo, Platería hasta la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz, su lugar de origen.
Después de dejar el paso, la Hermandad ha cerrado este Martes Santo por Guadamacileros, plaza los Arces, San Antonio de Padua, plaza San Miguel, Doctor Cazalla, Encarnación, Santo Domingo de Guzmán hasta la Iglesia del Monasterio Santa Isabel de Hungría, donde se ha dado por finalizada la procesión.