Sergio Borja Sobas
Miércoles, 17, Mayo, 2023
ActualidadDestacado
La Estación de Autobuses de Valladolid, construida en 1972, se encuentra en un estado decadente en este actual año. Sus instalaciones anticuadas, a menudo sombrías, cubiertas de amianto y un mobiliario viejo, hacen de esta estación una imagen desoladora. Al aproximarse su medio siglo de existencia, el futuro de la Estación de Autobuses, aunque es incierto, está próxima a desaparecer.
Tribuna Valladolid ha visitado recientemente la estación de autobuses para mostrar a sus lectores cómo se encuentra en un estado de obsolescencia. La cantidad reducida de negocios que hay ahí (muchos de los cuales han cerrado sus puertas) y los viajeros, exigen una reforma urgente o una aceleración del nuevo proyecto.
El proyecto de integración ferroviaria y la ampliación de la Estación de Trenes de Campo Grande será una "realidad" durante este mandato. Esto incluye el traslado de la infraestructura a los terrenos cercanos a la Estación. El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, tras una reunión con el presidente de la Diputación de Valladolid en enero de 2020, declaró que veía esta obra como "clave" para el mandato. Sin embargo, no dio plazos para su ejecución.
El estado de la actual estación de autobuses es deplorable. El óxido en las estructuras y el desprendimiento de la pintura de los techos presentan una imagen muy triste. La situación se agrava en los baños. Los vallisoletanos esperan que, cuando la nueva estación llegue, esta que ahora languidece, sea tan solo un recuerdo.