Con valentía como si fuera su primer día, una sonrisa de oreja a oreja y sin ningún problema en contestar todo lo que la pregunten. Así ha recibido en la Jefatura de la Policía Municipal en Valladolid, la superintendente Julia González a TRIBUNA al que ha vuelto a abrir las puertas de su despacho por tercera vez en menos de un año. En esta ocasión, quizás era la más especial porque el pasado lunes 15 de mayo tomaba posesión en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento como nueva superintendente jefa del cuerpo local, que es el máximo cargo policial. Es decir, no puede subir más escaleras dentro de la estructura de las que ya ha pasado en estos últimos 40 años.
De hecho, con el recuerdo de su madre en la cabeza por su trágica muerte en octubre, González quiso cubrir esa plaza vacante para seguir dando ese ejemplo de que el "estereotipo" de la figura femenina en la policía ha desaparecido y con el objetivo, además, de demostrar que su progenitoria tenía razón cuando la animó a que se dedicara a velar por la seguridad de la ciudadanía. No obstante, se autoexige mucho porque la gusta "hacer las cosas bien" sin que la obsesión protagonice su actividad, ya que es consciente de que "todos los seres humanos cometemos errores".
"Animo a las mujeres de forma permanente a que formen parte de la Policía Municipal. Entre las mujeres de mando, lo que hacemos es un llamamiento a la ciudadanía porque si quisieran, podrían ser agentes. Es cierto que si desde bien pequeño visibilizas a la figura de la mujer como médica o enfermera y no como policía, te va a costar más a que las niñas tengan como referentes a los agentes. Pedimos que se quiten ese estereotipo de tener que ser fuerte o una 'SuperWoman' para entrar en el cuerpo. Hay que ser una mujer con sentido común y preparada, que es lo mismo que le pedimos a un hombre", asegura.
Entre los temas que se han puesto encima de la mesa, era difícil evitar no hablar del proceso electoral porque la Policía es un elemento indispensable en el desarrollo de la jornada. La nueva superintendente jefa reconoce que se reparten con la Policía Nacional los colegios electorales para dar a los mismos protección con el fin de "resolver cualquier tipo de problema que se pueda dar". "No nos olvidemos también de nuestro trabajo ordinario porque también controlamos el estacionamiento para las furgonetas de Correos... Ya, desde por la noche, estamos vigilando zonas estratégicas para que la jornada electoral se desarrolle con total normalidad", añade al respecto.
Sobre si ha hablado o no con los diferentes candidatos, González no se posiciona y rechazaría (si se diera el caso) reunirse con ellos porque los agentes están "obligados a ser objetivos e independientes en el ejercicio de sus funciones". Aun así, sí que ha querido señalar que la relación con el actual equipo de Gobierno "ha sido siempre cordial y basada en el respeto". "Entré al cuerpo cuando Tomás Rodríguez Bolaños era el alcalde y empecé ejerciendo mis funciones en el barrio de La Rubia. Esa es mi entrada en el año 1986. Después ganó León de la Riva y ahora es con Óscar Puente con el que mantengo esa relación cordial desde el 2015. La Policía tiene que hacer su trabajo y los políticos, el suyo", sostiene.
En cuanto a los últimos sucesos ocurridos en Las Viudas o en Pajarillos, la portavoz policial se ha pronunciado reconociendo que han tenido que "reforzar" la seguridad de ambas zonas, pero no quiere denominarlas conflictivas porque "no se puede criminalizar a ningún barrio, ni a ninguna persona por su condición". "Ha habido conductas reprochables en otros barrios y tampoco se ha hablado tanto de ello. Accidentes y atropellos también hemos tenido en otros puntos de la ciudad. El distrito de Las Delicias y Pajarillos es el que que tiene más agentes porque así está configurada su estructura. Estamos implantado la patrulla a pie porque teníamos esa carencia y ahora nos estamos acercando más a ese modelo de proximidad. Claro que me preocupa la siniestralidad vial porque es uno de los objetivos que nos marcamos desde la Policía y queremos evitar que suceda", apunta.
No es tarea sencilla pronosticar cuándo Julia se despedirá de la Policía Municipal después de estar más de cuatro décadas en el cuerpo. La jefa de la Policía es consciente de que ese momento está próximo a que ocurra porque se considera "una persona normal" intuyendo que a los 65 años podrá decir adiós porque esa es la fecha actual de jubilación. Sin embargo, como ha tomado recientemente posesión de su nuevo cargo, no lo tiene tan "definida" su marcha porque quiere seguir "dando guerra" hasta que su cuerpo "aguante".
De hecho, ya tiene preparado "un enorme listado de cosas" que quiere llevar a cabo como pintar, viajar, leer, hacer deporte o "compartir momentos con los amigos en la playa". Pero... ¿qué haría Julia si presencia un robo cuando en el futuro vaya de paisano? Como en el resto de cuestiones, no tan serias, se ha reído porque "nunca" se lo habían planteado, a pesar de que su marido le eche "la bronca" por estar "pendiente" de todo lo que pasa cuando no está de servicio. Por esa razón, se sincera avanzando que colaboraría para identificar a ese presunto autor del hurto. "Como comprenderás, estaré jubilada pero nunca me voy a quitar el uniforme de la policía. Haré lo que tenga que hacer dentro de mis posibilidades. Llamaría al 092, intervendría según los medios de los que disponga y cómo proceda. No puedo asegurar que le agarre (ríe), pero sí que puedo asegurar que colaboraría para ayudar a los agentes a identificar al autor de ese robo", sentencia.
