El Ayuntamiento de Valladolid emprenderá una actuación de urgencia en el paso elevado sobre el ferrocarril de la calle Daniel del Olmo entre el Paseo de Zorrilla y el Polígono de Argales. Durante un periodo de entre tres y cinco meses, se restringirá la circulación a un carril por dirección y se prohibirá el paso de vehículos pesados.
La actuación empezará este martes y tiene como meta solventar deficiencias que han sido observadas desde hace tiempo en el viaducto, particularmente en las zonas de soporte de las vigas, así como algunos desprendimientos del revestimiento en otras partes de las mismas.
Primero, es necesario limitar el tráfico sobre los dos carriles exteriores de la estructura y restringir significativamente la carga por eje en los dos intermedios. Se implementarán los dispositivos de señalización apropiados desde el martes 30 de mayo, incluyendo barreras New Jersey y limitaciones de peso por eje de hasta dos toneladas. Solo los vehículos ligeros podrán circular por un carril por sentido con un riguroso control policial. El tráfico de vehículos pesados deberá desviarse hacia la avenida de Zamora en ambas direcciones como primera opción.
La duración esperada de esta intervención será entre tres y cinco meses, con la participación de la mayor cantidad de equipos del Lote 3 del Contrato de Conservación de las Vías Públicas adjudicado a IMES API. Tras la conclusión de estos trabajos y una nueva evaluación técnica, se podrá determinar el grado en que es viable restaurar la calzada superior a su estado previo de tráfico, ya sea por completo o con algunas limitaciones hasta que se lleve a cabo la sustitución total de la estructura a medio plazo.
Auvasa ha modificado los recorridos de algunas líneas para eludir el uso del viaducto, creando una parada temporal en la intersección de las calles Norte de Castilla y Daniel del Olmo. A partir de este martes, se reduce al mínimo el tránsito a pie y circular bajo el paso elevado. Se ha prohibido aparcar en el lado del Polígono Argales y se ha cercado el área que se usaba de manera irregular para este propósito. Se ha establecido una valla en La Rubia para controlar el tráfico y el uso de la vía. Se permitirá el uso peatonal de una de las aceras en la zona menos conflictiva y un carril en el pavimento con paso alterno. Está prohibido aparcar en la zona.
También se iniciará de inmediato una intervención de emergencia que constará en la colocación de un sistema de anclajes metálicos en todos los pilares y en cada uno de los extremos de las vigas. Esto permitirá que, en caso de fallo definitivo de alguno de los extremos de las vigas, su carga se transfiera a las partes sólidas de las mismas evitando su colapso y, eventualmente, su derrumbe. Además, se llevará a cabo la reparación específica de los tramos de vigas que estén en mal estado fuera del área de apoyo no recuperable.