El escritor Santiago Posteguillo pregona hoy la 56 edición de la Feria del Libro de Valladolid con un alegato por la literatura porque "nos hace falta para vivir", como ha demostrado la pandemia porque "detrás de las series, las películas y los videojuegos" que la población veía para entretenerse durante los días del confinamiento "hay escritores" que considera necesarios para "vivir dignamente nuestra vida y mil vidas más".
En la rueda de prensa previa al pregón que él pronunciará hoy en Valladolid para dar comienzo a diez días de encuentros literarios, el autor valenciano explicó a los medios de comunicación que "para mantener un evento cultural y literario durante 56 ediciones es complicado y meritorio, por eso tenemos la literatura". Alabó el evento por su perseverancia y destacó que la literatura es una fuente de inspiración y conocimiento.
De hecho, Posteguillo consideró "encomiable" la existencia de citas como la vallisoletana porque promueven que "la gente lea", algo que hace que la población "piense más y sea más culta y exigente con quienes le gobiernan", bajo la perspectiva de que "quienes nos gobiernan, normalmente, quieren que la gente no lea" y aunque "ya no queman libros en las plazas públicas, tienen formas más sutiles de intentar que la gente no lea".
Bajo esa perspectiva, cobra más sentido su alegato por la literatura como "forma de vivir" frente a la supervivencia que otorgan otras disciplinas, motivo por el que su pregón, 'Los libros o la delgada línea que separa vivir de sobrevivir' también introduce escenas literarias y conocimiento sobre el origen de la propia palabra 'pregón', surgida de los 'praecones' romanos, heraldos de la antigua Roma que, gracias a Julio César, adquirieron la "función adicional de leer en público, en los distintos lugares de la ciudad", lo que se publicaba en el 'Acta diurna' "para que el pueblo conociese lo que los senadores estaban votando en cada ley".
"De ahí vienen los pregoneros", apuntó, en un ejemplo más de su pasión por la antigua Roma que reconoció que ha estado con él "siempre" y que introdujo en sus novelas desde "una decisión calculada" de aunar su "pasión por narrar" con su amor "por la historia".
Es ahí donde reconoció, en declaraciones recogidas por Ical, que surgió su primera novela de gran éxito, 'Africanus', sobre Escipión, a la que siguieron otras dos para formar su primera trilogía que fue continuada con la relativa a Trajano y, ahora, con la hexalogía que prometió sobre Julio César, y que comenzó con su última novela, 'Roma soy yo'. Un proyecto que reconoció como "abrumador" y que genera "un enorme vértigo narrativo" pero con el que reconoció que "así se lo que tengo que hacer hasta el año 2031".
