La sociedad avanza hacia un mundo globalizado en el que todos viajamos a los mismos lugares, vestimos las mismas prendas y utilizamos las mismas aplicaciones en nuestros teléfonos. El mundo de la gastronomía no se queda atrás, y cada vez nos alimentamos de forma más similar al resto, y no solo como nuestros vecinos de países mediterráneos, también como lo haría cualquier habitante de Nueva York o Los Angeles.
Valladolid se ha adaptado a esta tendencia y ha caído rendida al mundo de las multinacionales y las cadenas de comida que triunfan en las principales capitales del mundo.
La Plaza Mayor, como 'corazón' de la ciudad, refleja esta realidad convirtiéndose en la sede de esta explosión de franquicias que aumenta, cada vez más, desde hace cuatro años.
La última en llegar ha sido Starbucks, la conocida marca de cafés que ya triunfaba en el centro comercial Rio Shopping de Arroyo de la Encomienda y, ahora, desembarca en el centro de la ciudad con un nuevo establecimiento en la calle Reina con Plaza Mayor. Esta cafetería, mundialmente célebre, nació en Seattle, y es conocida por sus cafés especiales y aperitivos, y por sus establecimientos para trabajar y navegar por internet mientras disfrutas de tu desayuno, con Wi-Fi.
Sin embargo, la pionera fue la cadena de hamburgueserías Burger King. Aterrizó en la Plaza Mayor en diciembre de 2018, en el primer local que los transeúntes se encuentran si giran a la izquierda al finalizar la calle Santiago. Esta ubicación se encuentra cerca del paseo Zorrilla y de la Plaza Zorrilla, donde también cuentan con otros locales donde se puede disfrutar de una gran oferta de sándwiches, nuggets, aros de cebolla o helados.
En 2021, la empresa estadounidense Taco Bell tomo como ejemplo a la hamburguesería e instaló su primera tienda en la provincia justo en frente, al otro lado de la plaza. La cadena de comida rápida ofrece una carta con comida mejicana, ofreciendo tacos, quesadillas y nachos.
Los locales hosteleros vallisoletanos también supieron leer este 'boom' empresarial y en 2020 Olibher comenzó a mercadear con sus tradicionales bocadillos de jamón y sus ricas aceitunas desde el local número 13 de la Plaza Mayor. La capital del Pisuerga y su alfoz cuenta con numerosos locales de esta cadena como los que ya existían en la Bajada de la Libertad o en el Paseo Zorrilla.
El sector del dulce también probó suerte pero con peores resultados. La tienda Granelita Snacks y la polémica y conocida Pollería tuvieron sus locales en establecimientos cercanos a la Casa Consistorial pero terminaron cerrando sus puertas por la poca rentabilidad que generaban.
Y por último, la dulce y madrileña Manolo Bakes llegó a Valladolid revolucionando a la ciudadanía y acaparando durante meses la atención de los más golosos. La cafetería ofrece sus desayunos con bollería o palmeras y sus más que conocidos cruasanes para llevar.
Otras multinacionales también han instalado sus sedes en calles cercanas al corazón de la ciudad como es el caso de el restaurante Goiko Grill, el Vips, el Grosso Napoletano o la tienda de yogures Llao-llao.
A pesar de esta tendencia, los negocios tradicionales conviven tranquilamente con las multinacionales que se han ido asentando. El Café del Norte o la mítica ferretería continúan por el momento en la Plaza Mayor. A pesar de los cierres de la joyería Tremiño o la Pastelería Cubero en los últimos meses.
