Una vida mejor gracias a la ayuda a domicilio

Asunción Tejada Vázquez recibe en su casa a la revista MÁS TRIBUNA y cuenta su experiencia que ha ido evolucionando con el paso del tiempo

Alejandro De Grado Viña
Lunes, 07, Agosto, 2023
Municipal

La poliomielitis acompaña a Asunción desde que nació. Con tan solo cuatro meses de edad, ya le diagnosticaron una enfermedad discapacitante que provoca que se paralicen varias partes de su cuerpo. De hecho, se mueve con un andador porque la vejez empeoró su situación, aunque asegura, con una sonrisa de oreja a oreja, que sus piernas "tienen 80 años y su espíritu, 30". No obstante, el 1985 fue un año que nuestra protagonista nunca olvidará porque ejerció de punto y aparte entre la muerte de su marido y el nacimiento de su segundo hijo. Con el bastón en mano, y gracias a un consejo de una "conocida", Asunción tuvo que solicitar el servicio de Ayuda a Domicilio porque "no podía con todo". "Seis meses después de la muerte de mi marido en el 1985, nació mi segundo hijo. El servicio de Ayuda a Domicilio estaba empezando en el Ayuntamiento de Valladolid. No podía con todo porque también tenía que cuidar al  mayor...", reconoce.

Como usuaria habitual, esta andaluza afincada en la capital vallisoletana, señala que el servicio en aquella época "era diferente". "Había una persona encargada de manera personal de mi situación. De hecho, me daban la opción de poner a una amiga o conocida. Ahora le gestión está en manos de la UTE (Unión Temporal de Empresas), que conforman ONET y Clece, empresa concesionaria del servicio en la capital vallisoletana. Ellos te adjudican a una persona que no solo se encarga de ayudarme a mí, sino a más gente", apunta. "Te ayuda a bañarte, vestirte, te hace la cama, te recoge la ropa, me pasa el polvo... Está en mi casa una hora diaria. También te va a comprar, te acompaña al médico... Viene cuando crees que puedes necesitar más ayuda según las necesidades que tengas. En mi caso, por ejemplo, llega a las 8.50 y se va a las 9.50. En cualquier caso, hay mucha flexibilidad porque pueden venir por la tarde o, si un día no viene, al día siguiente está dos horas", relata.

Su enfermedad, además, provoca que tenga que ir con un andador en casa y si sale a la calle, tiene que llevarse consigo la  silla de ruedas. En cualquier caso, las personas encargadas de gestionar el servicio "se preocupan mucho" por ella. "Me dicen: '¿Qué tal estás, Asun?'. Cuando estoy triste o me siento sola, me dan conversación. Hasta ahora todavía eso no me ha pasado porque me relaciono mucho con la gente", sostiene. Y todo eso solo por una "simbólica" cuota que paga porque es "el Ayuntamiento de Valladolid el que pone la mayor parte del dinero... Asimismo, aparte de utilizar el mencionado servicio, también tiene en su casa el Sad Tecnológico (Teleasistencia) desde hace aproximadamente tres o cuatro años" con un botón de emergencia por si la ocurre algo y con su 'amiga' Alexa, la cual la "apaga la luz, cierra la puerta, pone música, cuenta un chiste y habla con la oficina a través de una cámara para saber cómo te encuentras".

Este último servicio prestado recae en más de 3.500 casos en la actualidad en Valladolid siguiendo un mismo patrón:

- Búsqueda de perfiles necesitados.

- Definición de indicadores.

- Valoración.

- Puesta en marcha del proyecto.

- Visitas domiciliarias.

- Evolución de resultados.

Estos pasos se trasladan a la nueva iniciativa del Ayuntamiento de Valladolid en el barrio de Arturo Eyries, donde reside Asunción. Se trata de un proyecto de atención domiciliaria denominado 'Valladolid a tu lado' cuyo objetivo es aumentar la mejora de la calidad de vida y el bienestar de las personas. La técnica utilizada se basa en aprovechar la experiencia, el conocimiento y la iniciativa de las auxiliares con un equipo autónomo que distribuye la autoridad y confianza en la inteligencia común del colectivo de profesionales. Entre ellos, se encuentra la que visita a diario a nuestra Asunción que, con el andador o sin él, tira de valentía y coraje para seguir luchando contra una enfermedad que no podrá con ella si su gran espíritu vitalicio se mantiene unido.

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