Un Pucela atascado muere en la orilla de La Romareda

El equipo de Pezzolano suma la primera derrota de la temporada

Alejandro De Grado Viña
Viernes, 18, Agosto, 2023
Fútbol

El Real Valladolid se fue con las manos vacías de Zaragoza tras perder (1-0) ante el equipo de Fran Escribá, que duerme este viernes en la cima de LaLiga Hypermotion 2023/2024 compartiendo liderato con el Andorra. El conjunto blanquivioleta, superior en los primeros y últimos minutos del partido, no supo cómo derribar el muro maño en muchos tramos del encuentro donde parecía un quiero y no puedo constante que acabó en un final indeseado. Las intentonas abanderadas por Iván Sánchez o Tunde no llegaron a buen puerto, que incluía un barco zaragocista que no naufragó. Este resultado deja al Pucela con tres puntos y pensando en el Alcorcón para poder decantar la balanza del casillero de victorias que, en estos momentos, tiene el mismo número que el de las derrotas.

BUEN INICIO SIN DEFINICIÓN

El Pucela se plantó en el césped de La Romareda con las ideas claras. Es decir, con la intención de sumar la segunda victoria de la temporada. Ante esas ganas de poder sacar el partido adelante, el Real Zaragoza quería jugar con ese factor porque con la ilusión totalmente renovada, tenía que dar un paso al frente que demuestre el proyecto deportivo que contempla siendo éste mucho mejor respecto al que llevaba consigo en los años anteriores. 

No obstante, los de Paulo Pezzolano fueron los primeros en sacar el colmillo ofensivo, pero Cristian Álvarez desbarató el buen golpeo de Monchu. Los locales aprovechaban que el partido no tenía dueño para responder con una buena acción de Iván Azón que acabó en el lateral de la red. En un tímido correcalles, fueron los locales los que aprovechaban la indefinición en los últimos metros del Pucela para adelantarse en el marcador. Un córner botado por Toni Moya, que lo había intentado sin suerte minutos antes desde la frontal, cayó a Alejandro Francés que, ante la pasividad de la defensa blanquivioleta, batía a Masip (1-0).

Las quejas de los futbolistas visitantes por una posible mano del central maño no surtían efecto y La Romareda celebraba el tanto que, a la postre, iba a significar la primera derrota pucelana de la campaña. Tan solo dos minutos después de lo sucedido, Cédric y Monchu caían en el área. Ambos, agarrados por los centrales locales, pedían penalti a un desafortunado Ávalos Barrera que, tras unos minutos innecesarios de espera, fue al VAR para comprobar un inexistente fuera de fuego del '35' pucelano porque, aunque se verifica dicha situación, el delantero llega a ella por un placaje claro del goleador del encuentro. La gota que colmó el vaso es que, vista la repetición con sus propios ojos, el colegiado invalidó la jugada y el penalti que se contemplaba en la misma. Esta acción descolocó a un Real Valladolid que no terminó con las mejores sensaciones posibles la primera parte porque no generó suficiente peligro como para empatar el partido.

DE MENOS A MÁS Y CON LARGUERO INCLUIDO

La reanudación sentó mejor a los locales que, a pesar de que Pezzolano moviera ficha y agitara la coctelera, fueron los que se acercaban a Masip con mayor facilidad. De hecho, Bakis tuvo en sus botas un segundo tanto que encontró Maikel Mesa tras un error clamoroso en la defensa visitante. Afortunadamente se aliaron los astros y Barrera, otra vez alertado por el VAR, anuló el gol por fuera de fuego del primer jugador citado que había dejado pasar el balón para que Mesa rematara a placer.

La blandeza en la defensa del Real Valladolid se palpaba en el ambiente a pesar de la experimentada mejoría en el aspecto ofensivo. Eso sí, cada acción a balón parado local era sinónimo de peligro para los blanquivioletas, que sufrían en exceso por los problemas a la hora de despejar el cuero con contundencia. Aun así, los de Pezzolano comenzaron a arrinconar al Zaragoza con el paso de los minutos. Los centros sin destinatario no eran la mejor opción por la comodidad que tenía Álvarez de solventarlos. Por esa razón, el Pucela cambió de estrategia y trenzó una buena jugada por dentro que acabó en los pies de Sánchez, que sacó un fuerte disparo, pero este se topó con el larguero.

Esa fue la mejor acción blanquivioleta de los últimos compases porque, a pesar de intentarlo hasta el final, el Zaragoza se encerró, forzado por el arreón visitante, y desbarató cada intentona en forma de esperanza pucelana de sacar algo positivo de La Romareda, donde murió en la orilla. Masip, además, tuvo que intervenir en el descuento para evitar la sentencia de los de Escribá que han comenzado la temporada de la mejor manera posible: dos victorias en dos partidos. El Pucela, obligado a fichar por su actual incompleta plantilla, recibirá el próximo sábado al Alcorcón, un rival que el aficionado recuerda con alegría por aquel ascenso cosechado con Miroslav Djukic en el banquillo.

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