"No estoy sorprendido por lo que ha ocurrido e, incluso, pienso que los palestinos han tardado mucho tiempo en actuar de esta manera", una afirmación que necesita contexto, porque es justamente eso, 'contexto', lo que le está faltando al relato de esta nueva oleada de violencia en la franja de Gaza. Paco Forjas es, sin duda, uno de los mayores expertos en España en relación al conflicto entre Israel y Palestina, no en vano este periodista vallisoletano estuvo destinado ocho años como corresponsal en Jerusalén en dos periodos: del 2006 al 2011 y del 2014 al 2017. Su experiencia sobre el terreno le permite hablar con autoridad sobre una guerra que, aunque no se muestre en los medios de forma cotidiana, nunca ha cesado.
"Estamos escuchando en los últimos días opiniones de un montón de gente que no ha estado sobre el terreno y que no tiene idea de lo que realmente ocurre ahí", critica el experimentado reportero de Radio Nacional en una entrevista a TRIBUNA. "Los ataques de estos días, el ataque fundamental del sábado, se produce después de que en Gaza, hasta julio de este año, hubieran muerto 156 palestinos, entre ellos 28 niños", explica para empezar su relato con la coyuntura más próxima.
"La reacción de Hamas, que es una acción terrorista, no se puede olvidar, es el ataque más mortífero que ha llevado a cabo desde hace más de 15 años, tiene que ver mucho con el trato que reciben los palestinos, que están sufriendo permanentemente el acoso de la población israelí y del ejército". Una ofensiva la del pasado sábado llevado a cabo con cohetes Qassam, "no con misiles", corrige Forjas el error que se está repitiendo en los medios. "Los misiles son cohetes teledirigidos con una cabeza explosiva" y "los palestinos no tienen dispositivos para poder guiar esos cohetes", puntualización que vuelve a poner el foco en los "opinadores y tertulianos" que acostumbran a decir "cosas que no son reales". "De ser así no habrían hecho el ataque con drones y alas-delta", añade.
Forjas recuerda las "muchas cosas que no se cuentan" sobre la perpetua violencia que ejerce el estado israelí sobre la población palestina, dado el control que ejerce Israel sobre la información. "Todos los meses mueren palestinos como consecuencia de las actuaciones del ejército", como, por ejemplo, en los controles policiales que dan paso a Cisjordania y, especialmente, a Gaza". "¿Sabes la cantidad de mujeres embarazadas o con problemas que han muerto en la frontera porque no se les permitía cruzar?", relata.
Un claro ejemplo de la falta de derechos de la población palestina la aporta en un dato muy significativo, y es que "Israel no tiene Constitución, porque si la tuviera tendría que dar los mismos derechos a los árabes israelíes que a los propios israelíes, y eso no lo quieren".
Contexto histórico y social
El experimentado reportero amplía el marco para mostrar una imagen más amplia de esta larga guerra. Gaza es un territorio que no es más grande que Asturias y tiene 2,2 millones de habitantes (es una de las zonas del mundo más habitadas).
En primer lugar, el conflicto no es solo religioso. "No se nos puede olvidar que la expansión de Israel a través de los asentamientos, los cuales, por cierto, Naciones Unidas sigue diciendo que son ilegales, añaden mucha más presión a la zona donde la población palestina está maltratada".
Por otro lado, "aunque mucha gente se empeña en decir que la competencia para el control de los lugares sagrados en Israel, como puede ser la Explanada de las Mezquitas, es la principal fuente del conflicto, no podemos olvidar que la población de Gaza tiene un permanente bloqueo total y absoluto en lo económico y humanitario que marcan Israel y Egipto", cuenta. "De todos es conocido que las medicinas están limitadas, los alimentos, el combustible y el agua potable". A esto, "hay que sumar las diferentes operaciones militares como Plomo Fundido, que fue la de 2008, en la que hubo 1.400 muertos. Luego vino otra operación militar en 2012, que se saldó con 5.000 muertos. Continuamente se están machacando entre unos y otros". Sin embargo, "Israel no se plantea en ningún momento qué están haciendo mal con los palestinos".
Además, hay que ver otros factores regionales, "como es el interés de terceros países de que los enfrentamientos entre unos y otros, es el caso por ejemplo de Irán, Rusia y Estados Unidos metiéndose en terrenos ajenos".
Los acuerdos de Oslo
"Los acuerdos de Oslo que son los que establecían el 'statu quo' de lo que son la Explanada de las Mezquitas y los territorios de la población judía", referencia. Según esos acuerdos, los israelís "no pueden entrar en la Explanada de las Mezquitas en la zona musulmana". Ahora, "llega el Ministro de justicia israelí, que es ultraortodoxo, y se mete con un cargamento de policías a provocar", continúa. Ampliando aún más en el tiempo, "es lo mismo que hizo Ariel Sharón hace muchos años y desencadenó la primera 'Intifada' y ocasionó miles de muertos". "Eso ocurre cada dos por tres. Israel se salta, no solo esos acuerdos, sino quién controla las zonas: la explanada de las Mezquitas corresponde a Jordania, pues no les hacen ni caso", afirma.
Netanyahu aprovecha el conflicto
Aparte de toda la coyuntura histórica y social, están "las posibilidades de Netanyahu de sacar partido a todo este tipo de situaciones". Según Forjas, "Israel lleva una temporada larga que quiere restar, a través del Parlamento, un montón de derechos a los jueces para no tener que estar compareciendo ante la justicia [el Parlamento israelí aprobó recientemente una cláusula clave de la controvertida reforma judicial que busca restringir las facultades de la Corte Suprema para pronunciarse sobre decisiones del gobierno]". De hecho, "ha habido manifestaciones de más de 100.000 personas en Tel Aviv hace unas semanas". "Todo esto le viene estupendamente bien a Netanyahu", asegura "porque la población se acaba fijando en lo que se acaba fijando?", desliza.
Por otro lado, "los palestinos no tienen capacidad ninguna de enseñar lo que ocurre" sin embargo "Israel anualmente invita a grupos de periodistas a que conozcan el país". "Les llevan a Jerusalén, a Tel Aviv, les enseñan un montón de cosas, les montan en helicóptero para que lleguen hasta la frontera de la franja de Gaza, y hacen proselitismo y te cuentan lo que quieran", denuncia.
Un control de la información que se da a muchos niveles: "Tú ahora mismo vas a Jerusalén y contratas a un guía israelí para visitar los subterráneos que están pegados al muro de las lamentaciones, colindante la zona judía con la Explanada de las Mezquitas. Antes de salir, el guía te dice 'tengan ustedes ahora mucho cuidado que están los árabes, no sea que les roben o les maten'".
Muchos "pequeños detalles" de los que no se habla "porque los que están hablando y opinando no conocen la vida de los palestinos, cómo se les trata, y no han pisado nunca el terreno", remarca. Años de opresión a los que "han reaccionado con atentados terroristas que pagan la población civil, desgraciadamente", completa.