El proyecto estrella dentro de la gran remodelación de la catedral que plantea el arzobispado es la reubicación y apertura de la biblioteca diocesana. La idea, tal y como explica el deán de la catedral, José Andrés Cabrerizo, es reaprovechar un espacio de más de 400 metros ubicado en la primera planta de la nave del Evangelio.
Se trataría de dar vida a ese espacio de ocho metros de altura donde se instalaría la biblioteca diocesana. "Principalmente se ubicarían dos importantes fondos. Por una parte, la biblioteca histórica del seminario que es muy buena, con libros incunables del siglo XV y dos ejemplares únicos de la Biblia Regia de Arias Montana dedicada a Felipe II, las dos únicas colecciones completas que quedan el mundo. El otro fondo sería el de la biblioteca histórica de la catedral, ahora almacenada encima de la sacristía".
Cabrerizo cree se aprovecharía este "espacio muerto" para hacer un lugar atractivo a investigadores y a visitantes. "Incluso estudiamos la posibilidad de poder acceder a las tribunas desde donde se tiene una perspectiva de la catedral totalmente diferente". El deán cree que es un proyecto "precioso". "Se harían dos alturas: abajo sería cubículos de madera y la planta volada, en forma de galería que no impida la entrada de luz desde la Plaza de Portugalete, se resolvería con estanterías en línea".
Ahora se trabaja en el posible acceso. En la actualidad la escalera se encuentra a los pies de la catedral, pero no hay posibilidad de instalar ascensor. El proyecto contempla realizar una entrada desde el exterior, concretamente desde un patio en la Plaza de Portugalete donde se instalaría una nueva escalera y un ascensor, todo ello reversible para que Patrimonio del visto bueno. En este espacio se colocaría la recepción de la biblioteca, además de baños. El plan se completa con una pequeña sala de conferencias.
