Dos proclamas se elevaron este domingo a mediodía en la plaza mayor de Valladolid: "Que no se difunda el odio" y "justicia para Sergio".
Cerca de 300 vallisoletanos se acercaron a la Plaza Mayor de la capital para acompañar a la familia de Sergio Delgado, el joven vallisoletano asesinado en Burgos el pasado 24 de febrero, en una agresión que, según fuentes de la investigación, estuvo motivada por el mero hecho de ser de Valladolid.
El portavoz de la familia, Ángel Tamayo, explicó a los medios antes del acto que los padres y la hermana de Sergio aún se encuentran en un momento de "sensibilidad extrema" por lo sucedido. "Todavía no son conscientes porque han pasado dos meses, pero todavía no han tomado tierra de saber lo que acontece. Cada día que va pasando va siendo mucho más difícil porque va siendo más consciente de que Sergio no estaba aquí", indicó.
Sobre la investigación
El proceso de investigación sigue abierto y aún es muy pronto para dar datos, tal y como ha recordado Tamayo. "De momento, la información que tenemos por nuestros abogados es que [el acusado] está detenido y ha habido algunas personas que han pasado a declarar, pero no tenemos ninguna notificación más al respecto todavía". Asimismo, sobre el amigo que se encontraba con Sergio aquel fatídico día, el portavoz de la familia Delgado-Franco solo ha podido afirmar que "estuvo en una situación de Shock" y que, ahora "está algo mejor ya".
Concentración con gran emotividad
La conmoción se unía durante la concentración a la incomprensión de lo sucedido, porque la explicación que se da al cruel asesinato de Sergio Delgado es la del "odio". Y el odio, en sí, no tiene explicación. No había manera de que aquel sujeto que golpeó a Sergio pudiera odiarlo. Primero, porque no le conocía y, segundo, porque era imposible odiar a Sergio. Pero era de Valladolid y eso pareció suficiente razón para aquel individuo. Es por esto que la familia insiste en que hay que eliminar el odio interprovincial que tanto daño hace en esta y otras Comunidades Autónomas. "Hace una semana era la festividad de la Comunidad, y a través de los medios de comunicación, seguíamos viendo situaciones, como palabras que no quiero volver a nombrar respecto a Pucela. No tenemos que dejar que ese odio llegue a los ciudadanos de a pie, no tenemos que dejar que ese odio lo paguen personas que son totalmente inocentes. No es el sitio, no es el momento. Tenemos que ser conscientes de que todos somos humanos y todos somos personas. No podemos dejar que ese odio se vaya sembrando y vaya difundiéndose más”, pidió el portavoz de la familia.
La familia y amigos no le olvidan
El minuto de silencio, guardado con un respeto absoluto y riguroso, y solo roto por el trinar de los pájaros que sobrevolaban la plaza, concluía con un aplauso largo y sentido, que daba paso a unas palabras de la hermana de Sergio, Carla Delgado. "Hoy estamos aquí porque el 24 de febrero asesinaron a mi hermano. Cuando él estaba disfrutando de una noche con amigos, en una despedida de una futura boda, un desalmado lo asesinó, le quitó la vida y nos arrebató la nuestra a su paso", comenzó. "Porque una parte de nosotros nunca volvió de aquella llamada de la policía, de aquella noche en la que todo se volvió oscuro". Con el corazón encogido, la hermana de Sergio puso palabras al sentir de toda la familia y a lo difícil que es ahora para ellos intentar asumir la pérdida: "Cuesta respirar", indicó. La lectura de este recordatorio terminó con un grito al cielo con el nombre de ¡Sergio! a pleno pulmón.
También sus amigos recordaron a "Delga", como le llamaban. Un representante de ellos también leyó unas palabras, igualmente, aún con dificultad para asumir la ausencia, pero con el recuerdo y el cariño que no se irán nunca. Como gran aficionado a la música que era Sergio, el acto concluyó con uno de sus temas favoritos: 'Pyro', de Kings Of Leon.
Así, tras concluir las acciones formales, los ciudadanos congregados se acercaron abrazar a la familia y a mostrarles el cariño humano que lejos está de compensar el daño causado por un inhumano.