El acusado por el atropello de Estela Domínguez se ha acogido directamente a su derecho a no declarar durante el juicio celebrado este viernes en Salamanca. A petición del juez ha relatado los hechos que vivió esa tarde y ha dicho que tras reparar el vehículo salió "a probarlo" en un recorrido de diez minutos donde "no vio en ningún momento" a la joven ciclista y que con una mano dirigía el volante y con la otra trataba de taparse del sol.
En el momento del accidente ha recalcado que su percepción fue de que se soltó "algo" y que sintió el golpe "un poquito antes de empezar a coger la curva. Un ?ruido metálico" que le llevó a "levantar el pie" pero no a frenar.
Si bien ha reconocido que es una zona donde "pasan" ciclistas, el acusado ha achacado el "ruido metálico" a que se había soltado alguna pieza.
Cuestionado por su vuelta al lugar de los hechos, el acusado ha aclarado que tras llegar al taller explicó a su hijo que había sentido "un ruido" y que pensó que se había caído algo a la calzada.
"Yo no tengo que escapar", ha reiterado el acusado, dejando claro que no era consciente de lo sucedido.
SU HIJO
El hijo del acusado y propietario del taller propietario del camión ha insistido en que su padre llegó "tranquilo".