"Indignado", así se manifestaba Juan Carlos Domínguez a la salida del juicio por el atropello de su hija. Con unos instantes finales marcados por la actitud del acusado, el cual respondió con un "en la calle me lo tenéis que decir" a los comentarios de algunos presentes en la sala que insistían en lo "barato que sale matar". Una situación que caldeó el ambiente y que acabó con el acusado teniendo que ser apartado junto a varios de sus familiares.
El padre de Estela Domínguez aseguraba después que dicha actitud ha permitido demostrar "como es" el acusado y que las condolencias han llegado "a buenas horas".
Respecto a la versión del conductor sobre que pensaba que había perdido una pieza del camión, Domínguez dejaba claro que le "han dado ganas de dar un zapatazo en el suelo para ver si eso lo oía porque que se te caiga algo no suena igual a machacar una bicicleta y atropellar a una persona. Por el retrovisor tuvo que verla". Un camión que la familia de la víctima conoce a la perfección puesto que el abuelo y tío de Estela han conducido "muchas veces" el mismo modelo, por lo que no cree factible la versión del acusado y sí a la "distracción" planteada por la Fiscalía y la Guardia Civil.
"La tuvo que ver perfectamente, pero iba haciendo algo que no le hemos sacado. Era un accidente evitable totalmente", insistía Juan Carlos Domínguez, quien antes del juicio ya calificaba de "irrisorio" la calificación de "delito leve" ante una persona que considera que no tiene "arrepentimiento". "Hace mes y medio ha dado positivo en un control de alcoholemia, fíjate el arrepentimiento. Vamos a seguir peleando porque Estela nunca lo hubiera dejado así", puntualizaba el progenitor.
Y es que el acusado utilizaba su turno de última palabra para recalcar que "el sol" le impidió ver correctamente y que los hechos tuvieron lugar en "un punto negro", presentado sus condolencias a la familia.