Estela Domínguez, allá donde esté, debería estar orgullosa de la eterna lucha que su familia mantiene para que se haga justicia tras el atropello mortal que sufrió mientras entrenaba en Salamanca. Después de no saber qué hacer cuando se la llevaron por delante, y sin conocer cuándo podría celebrarse el esperado juicio, sus padres, Juan Carlos y Yolanda, no tiraron la toalla porque sabían que, en cualquier momento, verían la luz al final del túnel.
Horas de sufrimiento, de querer esclarecer los hechos y de atender a los medios de comunicación acabaron con lo que, desde el principio, buscaban: una fecha para la celebración del juicio. Sin embargo, se encontraron con un grave problema. El Juzgado de Instrucción trató el caso como delito de homicidio por imprudencia menos grave, que la familia, meses después, sigue sin entender.
Su abogado, Fernando Sanz, en declaraciones a TRIBUNA, revela que, tras estudiar la sentencia, han llegado a la conclusión de que, dentro de los "límites" que se movían, es la mejor resolución posible porque al acusado "se le ha condenado a la pena más alta" que se enfrentaba: 18 meses de multa y 18 meses de privación del permiso de conducir. Por esa razón, no van a recurrir la sentencia, aunque sigan "manteniendo la discrepancia sobre la calificación previa como imprudencia menos grave" cuando entendían "que era grave", como demostraron con el recurso que presentaron. "A más no podíamos llegar, eso estaba claro desde hace tiempo", explica.
Por lo tanto, ahora lo que les queda a la familia es valorar las "posibilidades" que existen para no dar 'carpetazo' al caso. Sus objetivos, a expensas de lo que decidan en los próximos días tras la reunión que tienen prevista celebrar este miércoles, son:
1. Ayudar al resto de personas que están envueltas en este tipo de casos, donde el delito se ha considerado menos grave. "Situaciones como la que hemos vivido nosotros se deben en gran parte a la mala configuración de los tipos penales para estos supuestos", detalla. La familia de Estela planteará que "haya un mayor reproche penal a este tipo de conductas", así como "que se modifique claramente el delito del abandono del lugar" y, a su vez, "cambiar algunas cuestiones en cuanto a las pruebas a realizar".
2. Valorar cómo poder abrir una nueva línea de investigación sobre el momento de la huida del mecánico tras llevarse por delante a Estela. Para ello, analizarán "con detenimiento qué sucedió desde que atropellan a Estela hasta que el conductor vuelve". "Es una espina que tenemos clavada", confiesa.
Aunque partirán estos análisis como "hipótesis", quieren "aclarar" lo que realmente sucedió porque, según lo que explicó Juan Carlos a este medio, "el mecánico pasó por encima de Estela con el camión y no miró por los retrovisores con el ruido que tuvo que provocar el accidente". "De hecho, se fue del lugar para tapar pruebas. Cuando volvió a los 20 minutos, dijo que pensaba que lo que había oído era porque se le había caído una pieza del camión. Me imagino que, si eres mecánico y se te cae una pieza, lo que deberías hacer es pararte y no continuar con el trayecto. No suena igual algo que se te cae de un camión que un atropello", aseguró.
El padre de Estela defendió, además, que "la distracción durante 650 metros" que tuvo el mecánico no es por falta de equipamiento de su hija, ya que ha quedado demostrado que entrenaba cumpliendo "todas las normas de tráfico". "Dijo que se pensaba que se le había caído algo del camión y volvió a los 20 minutos. No entendemos que esto pueda ser así... No parece una versión creíble", concluyó.