Ya ha comenzado el traslado temporal de bienes patrimoniales de la Iglesia Penitencial de la Santa Vera Cruz a la Catedral, donde permanecerán resguardados a puerta cerrada. Han sido los técnicos de la Fundación Las Edades del Hombre los que se han encargado de transportar las obras hasta la Seo vallisoletana en dos camiones habilitados para dicho fin. En el interior del transporte, las obras han sido dispuestas en cajas individuales, debidamente acondicionadas para el transporte de este tipo de bienes patrimoniales.
La Fundación instalará un taller temporal en la Catedral con el objetivo de valorar técnicamente el estado de conservación en el que se encuentran las obras. Una vez concluida esa valoración, serán los técnicos quienes decidan el tratamiento más adecuado para cada una de ellas. Posteriormente, algunas de esas obras permanecerán en la Santa Iglesia Metropolitana Catedral. Otras serán trasladadas a la Iglesia Parroquial de San Miguel y San Julián, tal y como consensuó la Delegación de Patrimonio del Arzobispado de Valladolid con la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz.
Esta solución se ha adoptado tras la visita del arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, a la Iglesia de la Vera Cruz tras su estancia en Belgrado. Como ya avanzó TRIBUNA, fuentes consultadas por la misma aseguraban que la Cofradía esperaría a que el arzobispo volviera a la ciudad para que comenzaran los respectivos traslados. De hecho, ha regresado esta misma mañana desde Belgrado, donde se encontraba desde el lunes 24 de junio. En cuanto ha puesto sus pies en Valladolid, ha querido trasladar de primera mano su cariño y su apoyo y, por extensión, el de toda la Archidiócesis a los miembros de la Cofradía que tiene su sede en esta Iglesia.
Argüello se ha interesado por el estado del templo, de las sagradas imágenes que alberga en su interior y, muy especialmente, por el estado anímico del Cabildo de Gobierno de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz y de los trabajadores de la empresa constructora que se encontraban trabajando en la Iglesia en el momento del colapso de la cúpula.