Si algo nos ha enseñado la nueva generación del ciclismo es que no se puede dar nada por ganado, ya que en carrera pueden pasar muchas cosas; pero la primera etapa pirenaica del Tour ha servido a Tadej Pogacar para reivindicarse como firme candidato a su particular reconquista de la ronda francesa, tras caer los dos últimos años.
El Tourmalet, el Hourquette d'Ancizan y el Saint-Lary-Soulan Pla d'Adet, los tres puertos del día, concentrados en la segunda mitad de una intensa jornada de 151,9 kilómetros, garantizaban un espectáculo que se ha desencadenado con la batalla entre los mejores de la general a falta de 7 kilómetros para la meta.
Previamente, una escapada de una veintena de corredores ha puesto la emoción a la etapa, controlada por detrás por el UAE, bajo la atenta mirada del Visma. Entre los escapados, el español de Movistar Lazkano, que se ha mantenido en cabeza hasta el inicio del último puerto.
Sin embargo, la escasa diferencia del grupo delantero, que ha llegado con 1'30 minutos de ventaja al pie del último puerto, ha condenado sus opciones, a pesar del serio intento del británico Healy, el último superviviente, por llevar a buen puerto la aventura.
A 7 kilómetros de meta, Pogacar ha hecho saltar del grupo a Adam Yates con un doble objetivo: obligar a Visma e incluso a Soudal a asumir el peso del ya pequeño pelotón, y tener un compañero por delante ante un más que previsible ataque del líder.
Y así se ha confirmado sólo dos kilómetros después, cuando el esloveno ha decidido que era el momento. Por unos instantes, Pogacar y Vingegaard han reeditado algunos de sus ya famosos duelos, con apenas unos metros de diferencia entre ambos. Incluso Evenepoel se ha añadido al duelo durante los primeros instantes.
Pero el relevo de Yates, aunque breve, le ha dado a Pogacar algo que sus rivales no han tenido, un momento de respiro, que le ha servido para preparar su último impulso y conseguir en la meta 39 valiosos segundos respecto a Vingegaard.
Con 1'57 en la general y con la sensación de haber dado otro golpe sobre la mesa, Tadej Pogacar consigue una diferencia que le permite afrontar el Tour desde un punto de vista más defensivo, si es que esa opción existe para el esloveno.
Tras los tres mejores de la carrera ha entrado Carlos Rodríguez, que se acerca a la cuarta posición de la general.
