Muerte en Venecia

Palabras contra el olvido 609

Ágreda L.M.
Lunes, 05, Agosto, 2024
Cultura

El misterio y la atracción se prolonga de manera inevitable cada vez que empiezo otra vez a leer Muerte en Venecia de Thomas Mann. ¿Cuál es el misterio por el cual terminas de leer Cien años de soledad de Gabriel García Márquez y empiezas con Mann? Pocos son los libros que suscitan una atracción tan grande como los citados anteriormente.

Muerte en Venecia es un reflejo de la personalidad de su autor, como no podría ser de otra manera. ¿No es el Guernica el reflejo de la personalidad de Picasso? Picasso y Mann tienen muchas cosas en común.  Los dos sufrieron las perturbaciones de su tiempo. Los dos sufrieron estúpidos ataques por mantenerse firme en sus convicciones democráticas.

Hay autobiografía en Muerte en Venecia. Y mucha fantasía. Porque Muerte en Venecia es sobre todo un estado de ánimo. Y un aprendizaje. Lo más interesante de este libro es lo que no se dice, lo que no hablamos con nadie, justo aquello que nos resulta imposible poner palabras.

Combatividad y activismo en Mann y Picasso resultan evidentes. El compromiso socio-político siempre les conduce al conflicto. Siempre tendiendo la mano a los desprotegidos, a los refugiados, a los oprimidos. La lealtad de Mann con los valores más altos del espíritu -escribe Francisco Ayala en el prólogo- se manifiesta en esta preciosa novela.

Muerte en Venecia como el Guernica de Picasso siguen aportando entusiasmo, cólera, belleza y turbación. Y por muchas veces que veas el Guernica o leas Muerte en Venecia tendrás la sensación de que no sabes todo de ellas.

Empiezas a leer... Gustav Aschenbach –o Von Aschenbach como se le conocía oficialmente desde sus quincuagésimo cumpleaños- salió de su apartamento de la Pinzregentenstrasse, en Múnich, para dar un largo paseo a solas… Y ya no puedes quitar los ojos del libro.

Cuenta Cabrera Infante que iba una cabra por el monte y se encontró un royo de película y se lo comió. Preguntada que es lo que le había gustado más, si la película o el libro, contestó… la película. He visto otra vez la película de Luchino Visconti y puedo decir que me ha parecido que está a la altura del libro sin lugar a dudas por mucho que se empeñé  Carlos  Boyero en decir lo contrario.

Que Thomas Mann y Pablo Picasso conforman la historia de la literatura y la pintura a nivel mundial es indiscutible. Sus mundos llenos de nudos e hilos invisible forman un tejido que les caracteriza y nos caracteriza.

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