La población residente de Castilla y León descendió a lo largo del segundo trimestre del año en 652 personas, al pasar de los 2.390.973 habitantes a fecha de 1 de abril a los 2.390.321 del 1 de julio de este año.
Se trata de un leve retroceso del 0,03 por ciento, que coloca a la Comunidad en el furgón de cola. No en vano, aparece igualada con Andalucía (-0,03 por ciento) y solo superada por Extremadura (-0,05 por ciento). Son las tres únicas comunidades que registraron caídas y contrastan con el dato de la media del país, que creció un 0,14 por ciento, con un aumento de 67.367 personas en el segundo trimestre, hasta los 48.797.875 habitantes, con lo que se cerró el valor máximo de la serie histórica, publica Ical.