La hostelería reduce las contrataciones en Castilla y León: 31.703 empleos antes del verano

Camareros y cocineros copan los trabajos en provincias como Salamanca, Ávila, León o Soria

Alemar Herrera Aldunate
Jueves, 08, Agosto, 2024
EconomíaNoticias 24 horas

La contratación vinculada al sector de la hostelería ha descendido a la mitad en los últimos cinco años. Sólo 31.703 trabajadores en Castilla y León fueron contratados en el segundo trimestre de 2024, frente a los 60.212 del mismo periodo de 2019, una caída del 47,3%. 

Los datos de la Junta, publicados por Ical, alertan que este resultado pone de manifiesto las dificultades del sector a la hora de contratar personal para sus establecimientos, una progresión que ha ido en declive en los últimos años y que incluso supone una traba para poder mantener abiertos locales de hostelería en la Comunidad.

Así, de los 31.703 empleos hosteleros, 24.815 corresponde a camareros asalariados, una cifra que supone el 17,1% del total de puestos de trabajo de Castilla y León, cuando hace un lustro significaba el 23,8%. De hecho, en este periodo este sector ha cedido su liderazgo en favor de los trabajadores de la industria manufacturera, que da empleo actualmente a 26.672 personas, la principal dedicación de la Comunidad, cuando cinco años atrás era la segunda por detrás de los camareros.

Si se atiende a los cocineros y ayudantes de cocina, entre ambos suman en la Comunidad más de 7.000 empleos, dos profesiones que se ubican entre las diez más contratadas en Castilla y León en el segundo trimestre, último dato disponible.

"Hay un porcentaje muy alto de demanda en la hostelería, más que antes", dijo el presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Salamanca, Jorge Carlos Moro, en declaraciones a Ical. El miembro de la Junta Directiva de la Federación Autonómica de Castilla y León achaca al crecimiento del turismo en la Comunidad. "Solo en Salamanca se baten récords constantemente en turismo". "Pero a pesar de que tenemos más demanda, los trabajadores deciden no contar con nosotros", lamenta.

A su juicio, tras la pandemia la "gente se acostumbró a ir a casa a las nueve o diez de la noche y se hacían pocas horas y los trabajadores muchas veces estaban más con las familias o amigos". "Se valoran esas cosas y, por eso, eligen otros desempeños en los que no trabajan fines de semana o tienen que hacer horas extras", explica.

En este sentido, llama la atención de que a pesar de la caída en la contratación del sector se abren más establecimientos, con locales que "se arreglan con menos personal" y que cierran los domingos. "Ahora no es extraño pasear por una ciudad en fin de semana y ver establecimientos cerrados u otros que hacen pausas de medio día para que descansen sus trabajadores porque no encuentran más gente. El empleado demanda tiempo libre. Dinero también, pero sobre todo tiempo libre. Prefiero que me des descansos a cobrar horas extras", asegura.

Moro opina que la gente "se ha hecho muy especial a raíz de la pandemia y quiere fines de semana y más ocio", algo que "puede ser normal, pero en este trabajo requiere un esfuerzo". Esta situación, advierte, "no ocurre solo en la hostelería, también en la construcción o el sector primario, para el que vienen a trabajar cuadrillas de extranjeros porque los de aquí no quieren ir al campo".

Diferencias provinciales

También existen diferencias notables entre provincias, donde camareros y cocineros copan los empleos en provincias como Salamanca, Ávila, León o Soria, frente a otras donde impera la industria manufacturera, como Palencia, con 9.099 trabajadores en el segundo trimestre. También tienen un fuerte peso en este sector Valladolid, con 4.171 personas, Burgos, con 3.878, o Segovia, con 3.065.

Por el contrario, el sector de la hostelería es más fuerte en las provincias de Ávila, con 2.180 contrataciones registradas a fecha de segundo trimestre; León, con 5.835; Salamanca, con 5.950; Soria, con 1.465; y Zamora, con 2.304, en todos estos casos como primera opción de contratación.

Trabajo feminizado

Otra de las características que llaman la atención es el alto grado de empleo femenino en la hostelería, con 13.400 camareras y 4.715 cocineras y ayudantes, es decir, casi uno de cada cuatro empleos ocupados por mujeres. La cifra contrasta con los hombres, con 11.416 camareros y 2.316 cocineros, el 19% del total. Tal es la diferencia que los trabajos en las cocinas de los restaurantes están fuera de los diez empleos más contratados entre los hombres.

La diferencia radica en la industria, un sector que, a pesar del progresivo aumento de su feminización, sigue ocupado en su mayor parte por varones. De las 26.672 personas del trimestre anterior que trabajaban en este tipo de empleos, 15.717 eran hombres, frente a 10.955, mujeres, y representaban el 21,7% del total del mercado laboral para ellos (más de uno de cada cinco), por el 14,2% para ellas.

Más allá de los trabajos vinculados a la hostelería y la industria, además del empleo público, entre los otros sectores que se llevan las contrataciones se encuentran el personal de limpieza de oficinas y hoteles (9.068 personas), los vendedores de tiendas y almacenes (7.059), los peones agrícolas (4.469) y monitores de actividades recreativas (3.600).

 

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