Enrique Ponce, una de las máximas figuras que ha tenido la tauromaquia en las últimas décadas, se despedía de Valladolid tras más de treinta años de alternativa, en su temporada del adiós en la que está recorriendo las principales plazas de toros de la geografía nacional.
Enrique Ponce, de verde botella y oro, hizo su último paseíllo en Valladolid, una plaza que le ha visto triunfar en muchas ocasiones.
La empresa Tauroemoción, gestora de la feria taurina, representada por Alberto García y Nacho de la Viuda, junto al alcalde y teniente de alcalde del Ayuntamiento, Jesús Julio Carnero e Irene Carvajal, hicieron entrega de un cuadro conmemorativo, mientras la plaza rompía en una sonora ovación. Además en el albero se podía leer: 'Gracias Ponce'.
El maestro de Chiva tuvo la despedida soñada. Su último toro tuvo una calidad desmesurada y una embestida almibarada. Ponce desplegó su tauromaquia y pudo abandonar el coso de Zorrilla en hombros.
