Los porqués del anuncio de Bimbo: incredulidad entre los empleados y un cierre sin fecha definitiva

El presidente del Comité de Empresa confirma a TRIBUNA que a partir del día 25 de septiembre empezarán las negociaciones en busca de un acuerdo entre ambas partes

Alejandro De Grado Viña
Jueves, 19, Septiembre, 2024
Gastronomía

Bimbo comunicó este miércoles a sus empleados el cierre de la factoría de Valladolid, ubicada en el polígono de San Cristóbal. La empresa trasladó dicha intención a los trabajadores en una reunión, que habían convocado totalmente ordinaria, pero aprovecharon esta cita y la presencia de altos cargos, como el responsable nacional de Operaciones y la jefa de Recursos Humanos para que, sin mediar palabra y sin dar explicaciones, anticipar los planes de la compañía ante "la bajada de producción".

Félix Rodríguez, presidente del Comité de Empresa, y representante de CCOO, atiende a TRIBUNA antes de la reunión con el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León celebrada a las 10.00 horas. Rodríguez confirma que a los empleados "no se les han puesto en preaviso de la situación", ya que el anuncio "se ha dado de hoy para mañana". "Nos lo soltaron así, como un jarro de agua fría. No había ninguna razón objetiva, solo que la producción había bajado, pero eso también pasa en otras plantas", reconoce.

Para Félix lo que ha pasado no está relacionado "con una cuestión interna" porque apuestan "por la viabilidad de la empresa", confiando, a su vez, a que puedan alcanzar un acuerdo a partir del día 25 de septiembre, que es cuando iniciarán los contactos con la comisión negociadora del ERE. A partir de ese momento, tienen "un plazo de 30 días" para que den marcha atrás, algo que no descarta. De hecho, pone como ejemplo los cierres en El Verger (Alicante) o en Paracuellos (Madrid) que, pese a que muchos trabajadores se quedaron en la calle, tardaron en hacerlo 1 año como sucedió en el último caso citado.

No obstante, Bimbo les ha comunicado que no se preocupen del aspecto económico, ya que, hasta el cierre, les ha garantizado el sueldo. "Sabemos cómo funciona un expediente de cierre. Nos expondrán causas objetivas en un informe. Hasta ese momento, no nos van a decir nada. Sabemos, por otros cierres, que a los empleados les han reubicado, pero nosotros apostamos por la viabilidad de la empresa", reitera. La "incredulidad" llega a los empleados no solo cuando les transmite la empresa el futuro y más que posible cierre, sino cuando, días atrás, les habían dicho que "los resultados eran buenos". "Figurábamos de las primeras empresas en el ranking a nivel nacional. Nos dijeron que estábamos trabajando en una planta flexible con buenos números", añade. 

Félix lleva 25 años con productos como "donut glass, fondant o bombón, pepito, mini bollycao, donete, y tigretón", como el resto de los 166 trabajadores, a los que les afectaría el cierre de forma directa, más a los 40 procedentes de subcontratas. Por esa razón, el presidente del comité de empresa no piensa en su futuro, sino en el de los compañeros. "La situación familiar de cada uno es complicada. Hay monoparentales, gente divorciada y matrimonios que trabajan en la empresa. Esta noche, para todos ellos, ha sido muy complicada. Sé que cuando lo asuman será peor, pero hasta entonces lucharemos. Como no nos han comunicado una fecha concreta, lo afrontaremos como si fuera una condena en vida, porque iremos a trabajar sin saber si ese será nuestro último día", concluye.

 

NUESTRA NEWSLETTER

SÍGUENOS