Iván Romeo: "Cuando crucé la meta, me acordé de mi familia porque es una suerte tenerla"

El vallisoletano se proclamó este lunes campeón del mundo en la contrarreloj sub23 del Mundial de Zúrich

Alejandro De Grado Viña
Miércoles, 25, Septiembre, 2024
DeportesCiclismo

Valladolid, en menos de 48 horas, ha vivido dos momentos deportivos para la historia. El primero, en el polideportivo Pisuerga, con Arturo Coello, que se coronaba, por primera vez, ganando el Valladolid Premier Padel. Y, el segundo, dos días después, a más de 1.500 kilómetros de la capital del Pisuerga, concretamente en Zúrich, donde, con su padre como testigo, Iván Romeo se proclamaba campeón del Mundo.

El joven vallisoletano, nacido en el año 2003, entró en el olimpo de los dioses sorprendiendo a todo aquel que solo confiaba en los favoritos. El ciclista se colgó la medalla de oro sacando 40 segundos al que, en esos momentos, cuando cruzó la meta, lideraba la contrarreloj, el suizo Jan Christen. Quedaban muchos ciclistas por participar, pero la distancia parecía insalvable, como así pasó. Ni el belga Segaert ni el sueco Söderqvist lograron batirle. 

A partir de ese momento, tal y como asegura en una entrevista concedida a TRIBUNA, recibió una "lluvia de mensajes" en su móvil, que se puso "bastante loco". "Que eso, dentro de lo que cabe, sea solo lo malo", bromea Romeo. El vallisoletano confiaba "mucho" en la preparación que había llevado a cabo y en la "estrategia" de su equipo, a la cual vio con buenos ojos desde el principio, ya que se encontraba "cómodo" con el planteamiento inicial. "Sabía que si salían las cosas, podría optar a medalla... Pero, me centré en mi 'crono', en esforzarme y en dar el 100%", explicó.

De hecho, se dio cuenta que podría conseguirlo cuando, meses antes, ya percibía que estaba "mejor que nunca". "Mi objetivo siempre es ganar pase lo que pase. Siempre va a ser ese, aunque luego no se dé. Tengo esa mentalidad", aseguró. Aun así, hasta los 12 últimos kilómetros no percibía esas sensaciones de campeón: "Podía seguir el plan sin problema. Me pude guardar algo en el último tramo, que era recto y muy duro mentalmente. En esos momentos, fui más rápido de lo que teníamos previsto y, por eso, la diferencia final". 

Cuando cruzó la meta, se acordó de su "entorno" y de su "familia", que es una "suerte" tenerla. No se olvidó, no obstante, de sus amigos de Valladolid, los cuales "no salieron de casa" para ver la prueba. Con todos ellos disfrutará "la próxima semana" del título conseguido en la capital, ya que solo le queda disputar la ruta del viernes para poner el broche de oro a una temporada histórica. "Les llamé en cuanto terminé. Les dije: '¡Madre mía la crono que he hecho!'", apunta.

A partir del viernes, además, no solo pensará en compartir la alegría con los suyos, sino también en preparar la siguiente temporada con el Movistar Team, con el que debería renovar, pese a que esa decisión la deja "en manos" de su representante porque él solo se dedica a "dar pedales".

 

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